En los baños publicos
Fecha: 20/04/2019,
Categorías:
Voyerismo
Autor: MartaMo, Fuente: xHamster
A veces la vida entra en monotonía, que no es malo, porque da seguridad y tranquilidad a la pareja, pero, salir a veces también es bueno y, se agradece.Recuerdo aquélla cena de forma especial.liber1 y yo, habíamos salido de fin de semana, el hotelito nos gusta mucho, a pie de carretera y, cerca de una de nuestras playas favoritas.Era una noche cálida, la terraza tenía pocas luces, y las que tenían puesta los árboles, de una tonalidad verde, le daba al lugar un ambiente agradable y relajante.Antes de bajar tomamos una buena ducha, nos embadurnamos el cuerpo de crema, y nos vestimos, recuerdo queliber1 llevaba puesto un pantalón de vestir y una camisa de manga corta. Le resaltaba el bronceado y estaba radiante y muy guapo.Yo, también estaba tostada por el sol, me puse un vestido de Lycra con volantes, en tonos veiges y verdes que resaltaban el color de mi piel, el pelo suelto, largo, rizado, llegando a la mitad de la espalda.El escote del vestido marcaba mis pechos, mi canal, sin sujetador permitía moverse a los dos pechos al andar, insinuantes, marcando los pezones duros del movimiento y el roce de la tela. Y cómo no, por la mirada que depositaban algunos en mi cuerpo.Debajo del vestido, en la parte de abajo, mi vulva completamente depilada, tostada por el sol y, sin ropa interior, sabiendo que a mi cabron eso le pone muy pero que muy caliente.Una buena comida y un buen vino se sucedía en la velada, la charla entre los dos era muy placentera.Al acabar de cenar y, después ...
... del postre, nos pedimos unas copas para acabar animando la velada, recuerdo que brindamos por nosotros.Entonces, me levanté para ir al baño, ufffff, tardé demasiado yliber1 se desesperaba en la mesa esperando, ¿se desesperaba? O ¿se imaginaba que su puta hacía algo fuera de lo normal?De camino al baño, justo en la puerta que hay en el pasillo, que divide el comedor de los baños, el dueño del hotel me asaltó, se acercó a mi, y mirándome a los ojos me dijo que estaba muy apetecible.Le sonreí, mi rajita se humedeció y pensé en mi cabron, sentado en la mesa esperándome.Le pregunté¿te gusto?, entonces, me cogió de la mano, y salimos del salón entrando en el pasillo de los aseos, justo detrás de la puerta, fuera de las miradas indiscretas de sus empleados, acercó su cara a mi oído y, me susurró,en realidad me vuelves loco.Cada vez que venís, continuó diciéndome,me pongo como una moto, con tus vestidos provocativos, tu sonrisa pícara y tu mirada angelical.Mi rajita seguía humedeciendo y, mi mente en realidad, estaba al lado de mi cabron, aún no había acontecido nada y me moría de ganas de contarle lo que estaba pasando, para comprobar cómo su verga iba lentamente aumentando de tamaño debajo del pantalón, a la vez que le iba contando las cosas que hace su mujercita, que es toda una puta.Al notar Pedro, que así le llamaremos, mi sonrisa, me agarró y comenzó a besarme, su lengua entró en mi boca, buscando mi lengua y sus labios se pusieron sobre los míos.Sentí sus manos en mis nalgas, ...