Unos señores hospitalarios
Fecha: 23/04/2019,
Categorías:
Gays
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Hace tiempo tenia un amigo con el cual iba a todos lados, era para mí como el hermano que nunca tuve, jugábamos todo el día, y cuando no se quedaba a dormir en mi casa, yo me quedaba en la suya. A mi me gustaba mas quedarme en la suya, ya que su padrastro tiene mucho dinero, y su mama lo consiente mucho además, y pues tiene de todo, juguetes, dulces, de todo. El esposo de su mamá tiene tres hijos y una hija que es hermosa, ya es algo grande. Pero bueno, eso no viene al caso. Lo interesante de esta historia es su mamá, que es una señora gorda y muy ruidosa cuando habla. Mas que gorda, tiene un culo enorme, lo que hace que se vea gorda, además de unos senos inmensos, todo eso junto le da un aspecto, yo diría desagradable. Por supuesto su marido no piensa igual. Pues bien, en una ocasión que me quedé a dormir en su casa, estábamos jugando cuando su mamá nos llamó, para que fuéramos a su cuarto, cuando entramos la señora estaba acostada con su marido, estaban ya tapados y enseguida me di cuenta de que ella estaba desnuda, ya que en un movimiento vi uno de sus inmensos pechos escaparse de las cobijas, y vi su pezón enorme, erecto. Nos habían llamado para que viéramos una película con ellos, para que fuéramos los meseros, de las palomitas y los refrescos, etc. Pasó un rato y la película era palo tras palo, cogida tras cogida, y los papás de mi amigo se besaban cada ves mas ruidosamente, se empezaron a reír así que vimos que hacían, estaban desnudos, cubiertos solamente por una ...
... sábana bastante transparente, por lo que se veía todo el cuerpezote de la señora. No les importó que los viéramos y se quitaron la sábana riéndose de nuestra cara. El señor le daba unas nalgadas bastante fuertes, y sus nalgas se sacudían, de repente la señora me dijo que le diera una nalgada, y pues se la dí. Debo confesar que fue agradable. El señor le besaba los enormes pechos, y la señora me dejó tocarle uno, y me encantó. Después la señora se puso a cuatro patas y el señor le abrió las nalgas con las manos, enseñándonos el culo de su mujer. Y empezó a darle besos en su culo, y la señora se reía a carcajadas, yo ya estaba mudo y mi amigo mas. El señor la penetró ante nosotros con el mayor de los descaros, la cogía de a perrito, y gemían fuertemente, todo el cuerpo de la señora se movía como gelatinota, y sus tetas se mecían de un lado a otro, por su pedo parecía que se le iban a caer. Cuando el señor la apretó, se vino dentro de ella y se taparon. Nos dijeron que debíamos aprender acerca del sexo pero nos corrieron de la habitación para seguir cogiendo ruidosamente. Salimos del cuarto sorprendidos y excitados, así que inmediatamente nos chaqueteamos, recuerdo que nos ayudamos con todo, incluso con muñecos, con un hoyo que nos cogimos varias veces. Incluso experimentamos mamarnos el pene mutuamente. La idea de penetrarnos pasó por nuestra cabeza, pero nos negamos rotundamente. Mas tarde, después de venirme varias veces, y con mucho calor, bajé las escaleras, y en la cocina me ...