En el departamento de un soltero
Fecha: 23/04/2019,
Categorías:
Anal
Sexo con Maduras
Voyerismo
Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster
Ana se antojó con comida oriental esa noche; así que, para dejarla satisfecha, no me quedó más remedio que llevarla a un elegante y sobrio restaurant chino de Palermo Viejo.Ella se vistió bastante atrevida; con una pollera bastante corta, una blusa blanca y unos interminables tacos que realzaban sus larga piernas enfundadas en nylon negro transparente. Al verla así vestida tan sexy antes de salir de casa, quise cogerla; pero ella se rio a carcajadas, diciéndome que eso sería más tarde, para el postre…Apenas terminamos la cena, se acercaron a avisarme que debía mover mi auto mal estacionado. Salí a la calle y, un rato después, al regresar, encontré que un tipo estaba sentado tranquilamente en mi lugar, conversando con mi mujercita…Verla a ella estirándose como una gata mientras hablaba con ese tipo me calentó mucho y decidí ir al baño para darle un poco más de tiempo.Al regresar, Ana nos presentó y yo lo invité al tipo para que compartiera nuestra mesa y unos tragos…Un rato después nos sugirió si queríamos acompañarlo a su casa, ya que vivía cerca de allí. Ana aceptó encantada; se notaba que estaba caliente.Al llegar a su departamento, el tipo nos hizo pasar, puso música suave y atenuó las luces. Yo pedí pasar al baño y, al volver, los encontré sentados en el mismo sofá, muy juntos…El flaco la estaba acariciando mal… tenía una de sus manos por debajo de la pollera de Ana, que conversaba con él y se dejaba hacer…Decidí darles a ambos un poco de tiempo más y entonces me excusé ...
... diciendo que regresaba al baño a chequear mis mensajes en el celular.Desde la puerta entreabierta podía ver todo sin que ellos lo notaran.Apenas entré al baño, comencé a oír algunos suaves gemidos de Ana.Me asomé y los encontré matándose a besos de lengua. El tipo tenía la verga fuera de sus pantalones y mi esposa se la acariciaba con una mano. Los dedos de él seguían bajo la pollera de Ana, provocándole esos felinos gemidos y suspiros…Entonces vi que ahora Anita había separado un poco las piernas y el flaco ya le estaba metiendo mano a fondo, dándole duro con sus dedos.Mi mujer se retorcía y no dejaba de comerle la boca.De repente él le tomó la cabeza por la nuca y le ordenó que se la chupara. Ana sin dudar se inclinó, dejando que la mano de él la guiara hasta encontrar su verga bien erecta. Comenzó a tragársela con desesperación, mientras él gemía con los ojos cerrados, sin dejar de sostener la cabeza de mi esposa bien firme por la nuca…Un par de minutos después se levantó a medias y arrastró a Ana hasta el suelo, haciéndola ubicar sobre sus manos y rodillas. Le levantó la falda ajustada hasta la cintura y le arrancó la tanga a tirones. Entonces se lanzó desde atrás contra el trasero de ella, para lamerle la concha y la cola.Ana comenzó a gemir mucho, señal de que su concha estaba siendo muy bien tratada a lengüetazos.Decidí salir del baño y acercarme a ellos, para no perderme detalle.El tipo presintió mi presencia. Sacó su cara del culo de Ana y me dijo que me sentara y ...