La sub-directora (1)
Fecha: 24/04/2019,
Categorías:
Sexo con Maduras
Sexo Oral
Autor: Storyteller98, Fuente: CuentoRelatos
... llamé, para mostrarte tus calificaciones, y ya tú debes saber que son magníficas. - Gracias, sin embargo tuve un pequeño desliz en matemáticas. - No te preocupes por eso, seguro que igual tendrás una nota excelente. Ramón ya sabía todo esto, la única razón por la cual estaba contento era que podía ver de cerca, ese increíble par de tetas. Ese escote lo volvía loco, desde hace un año Ramón se había vuelto adicto a las mujeres maduras, pero por desgracia no conseguía nada con mujeres de este tipo, ya que a todas les molestaba su edad, al menos se sentía orgulloso de no ser rechazado por el tamaño de su pija, alguna que otra vez le había enviado fotos de esta, a las mujeres con las que conversaba por chat. Su tamaño era de 20cm con un grueso de 8 cm de diámetro. No fue sino hasta hace poco que tuvo suerte, claro tuvo que mentir y decir que tenía 18 años, pero eso le bastó a la señora Adela, la cual se dejó follar hasta por atrás y enseñó muchas cosas a Ramón. Sin darse cuenta, se perdió en medio de la conversación, y se quedó paralizado observando ciegamente a los pechos de Carmen. - Ramón, ¡Ramón despierta! - Eeeh, perdón - dijo sacudiendo su cabeza-. - Vaya estabas mirándome como embobado. - Si, perdón, tal vez lo esté- admitió sin darse cuenta-. - ¿Que tanto mirabas? Espero que no sea lo que estoy pensando- dijo con voz amenazadora y levantándose de su asiento. - Si- dijo bajando la cabeza-. - ¿Cómo se le ocurre?, ¿Está usted loco?- le dijo alzando la voz y clavándolo con ...
... sus ojos-. - Perdón, perdóneme - dijo él, con cierto temor-. De repente Carmen sólo estalló de risa, y tomó asiento de nuevo. Ramón no dijo nada, sentía que el corazón le iba a explotar. - Ya ya, no te asustes Ramón, era una broma. - Yo lo siento. - Tranquilo, no te quería asustar, la verdad todo lo que tengo que decirte, es que deberías estar mirando los pechos de tus compañeras, como le haces eso a tus lindos ojitos mirando pechos de una vieja - dijo entre risas-. - No diga eso - dijo temeroso-. - ¿De qué hablas? - Usted será mayor, pero sigue siendo atractiva. - Ay niño que dices, enserio, ya todo en este cuerpo está caído. - Yo creo que todo se ve bien- dijo mirando descaradamente los pechos de Carmen- Y debe estar aún mejor-. - Jajajaja, ay Ramón que vas a hacer que me sonroje, no seas así. - Es usted muy hermosa - dijo con voz imponente-. Carmen soltó un leve suspiro y sonrió. - La verdad, es que me has alegrado el día, así que intentaré hacer lo mismo por ti. Carmen le ordenó a Ramón que se posicionara detrás de su silla y estirase sus manos, ella las tomó y las colocó en sus pechos. Ramón creyó estar soñando, y no sabía qué hacer, pero poco a poco comenzó a amasar esas tetas a través de la tela. Carmen no quería sentir nada, pero él le robaba los suspiros con sus hábiles manos. Eran suaves, pero firmes, sus tetas nunca habían estado en tan buenas manos, y se notaba, pues sus pezones se comenzaron a endurecer. Ramón los sintió incluso a través del brasier y estando ya ...