1. Historias de madame Lili - Capitulo 2º (extendido)


    Fecha: 25/04/2019, Categorías: Hetero Autor: Alex B.C, Fuente: CuentoRelatos

    ... pudo esperar más, y me dijo con el pene en la mano, "ven, anda ven, chúpamela un poquito, yo antes no lo había hecho, pero en ese momento me gustó que me lo pidiera, me agaché, cogí su miembro y comencé a besar el glande, yo no sabía qué hacer, pero me dejé llevar por mi instinto y comencé a meterme su pene poco a poco en mi boca, al principio le hice daño con los dientes, me dijo "para Liliana, me estás haciendo daño, se nota que no lo has hecho nunca, uff, eso me pone más todavía ser el primero", me agarró por la barbilla y me dijo, ven abre la boca y no estés tensa, déjame a mí, tú solo abre que yo te la voy metiendo poco a poco", dicho así hasta me gustó su grosería, así que hice caso y me deje llevar, comenzó a introducirme dentro su pene, poco a poco, cada vez más, se movía hacia delante y atrás, me estaba gustando y mucho, en un momento de locura, pensé que la felación se la estaba haciendo a Luis, que ese sabor era suyo, no se, quizás era el sentido de culpabilidad, y pensando en él me sentiría menos culpable, el caso es que allí estábamos el señor y yo devorándonos como locos, y lo peor es que yo estaba disfrutando, seguían saboreando el miembro de Juan, me gustaba hacerlo lo succionaba como si de un caramelo se tratase, él ya no podía más y me quitó, me levantó y se acercó a mí, volvió a sentarme en aquella caja que estaba siendo testigo de toda esta locura, me abrió un poco, acercó su pene a mi clítoris y comenzó a rozarlo despacio, acariciaba mis pechos con su ...
    ... mano y su lengua, su respiración estaba muy agitada, estaba muy excitado, su pene seguía deslizándose por mi clítoris, el establo se llenó de calor y deseos, echada sobre la caja con las piernas fuera de ella, su miembro viril se hundió en mi sin darnos cuenta, comenzó a penetrarme poco a poco, no imaginé que esto que estaba sucediendo podía producir placer, pero si, me estaba excitando muchísimo, era un gran placer lo que me estaba haciendo sentir, mis manos querían tocarlo, sentirlo, pero su poderoso pene me dejó inmóvil, nuestros cuerpos comenzaron a sudar, hasta los caballos ante ese espectáculo erótico, se pusieron muy nervioso y comenzaron a relinchar, entre ellos y nosotros construimos un concierto lleno de erotismo, sus movimientos eran muy acelerados, podía sentirla casi en mi boca, de las embestidas tan profunda que me estaba dando, y seguía moviéndose hummm, podía escucharse mi sexo y el suyo chocarse, él fue acelerando más aún el ritmo sexual y nuestros cuerpos moviéndose al compás de las penetraciones, pero algo interrumpió aquello que nunca tuvo que ocurrir, pero allí estábamos el señor y yo fornicando como locos, la puerta del establo se abrió y dejo pasar la luz del día que delataba que alguien había entrado, los dos quietos casi sin movernos, pero era tarde para todo, alguien dijo, "¿Esto que es Juan?", "¡maldita zorra!, después de todo lo que hecho por ti, así lo agradeces tirándote a mi marido..." así un millar de insultos, que merecía claro, Juan medio ...
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