Mi historia con la hija de mi ex (3) - Relatos Eróticos

Mi historia con la hija de mi ex (3)

... lugar nos sentíamos más libres y con más privacidad, cerca del medio dia regresamos a nuestro hotel, fuimos a la playa a divertirnos en las olas y por la tarde entramos a una pequeña palapa donde nos tomas unas cervezas y comimos algún aperitivo, por la noche tuvimos una noche tranquila, sexo digamosle muy cariñoso, lo gozamos y ahora si descansamos de tanta ida y vuelta. Por la mañana después de almorzar me pregunto que que haríamos, quería hacer algo diferente, para ese entonces ya había yo maquinado un plan, de hecho ya lo tenía pensado de mucho tiempo antes, y estaba preparado para ejecutarlo, tomé una mochila que llevaba aparte y le dije que fuéramos al pueblo de nueva cuenta (el centro de ese pueblo está a unos diez minutos de la playa) al llegar y estacionar el auto, me dirigí con ella a un pequeño hotel, pague la habitación y entramos. -¿Para que pagas doble hotel? -Es solo por este día mi niña. Mira lo que tengo para tí. -Y le mostré lo que llevaba en la mochila,era un vestido escotado y muy corto de licra, una tanga muy diminuta y un juego de maquillaje. -Cámbiate, ponte más chula de lo que eres y te espero en el parque. No la dejer decir nada, con un beso en los labios me despedí y salí de la habitación, casi una hora después sonó mi celular, era ella -Oye me da pena salir asi a la calle, me veo no se como- -Mmmm ya te imagino como te ves mi amor, ponte tus gafas y sal, el sol esta muy fuerte. ¡ah y conecta el manos libres de tu celular!, yo te voy a dar ánimos ...

... hasta que llegues a donde estoy. -Tengo miedo y pena -Tu solo sal -Ya estoy en la puerta del hotel, ¿donde estas? -En el parquecito, cerca del kiosco, ven pero usa el manos libres, y disimula cuando hables, que parezca como si escucharas música. -Es que todos se me quedan viendo -Esa es la idea mi niña, que sepan lo que se pierden y que cuando me vean contigo se mueran de la envidia No respondió pero supe que eso la había empezado a poner cachondo, la conocía muy bien y sabía cuales son sus puntos débiles. -No te veo -Cerca de ti, ¡estas preciosa!, ganas me dan de hacerte el amor aquí en la calle. La mire sonreír a la distancia mientras por la bocina me decía muy quedito "loco" -Ven camina estoy sentado justo frente al kiosco, en una jardinera, adelante de mi hay una banca vacía, siéntate en ella y no hagas caso de mi presencia, disimulalo con las gafas. me obedeció, al sentarse cruzo la pierna dejándome ver un poco de intimidad. -¡Eres toda una mamacita, mi niña! -¿te gusto mucho papi? -Demasiado chiquita, de buena gana me arrodillaba frente a ti y te besaba las piernas. -¡Atrévete!, nadie nos conoce aquí, Yo lo deseo papi. -Mmmmm ¿quieres jugar? -¿No lo estamos haciendo ya? Te confieso algo, ¡estoy muy caliente, me siento muy excitada! -¡Qué bien chiquita!, ¡te voy a hacer escurrir a chorros mamita! -¿Si?, ¿Y después me vas a quitar lo caliente? -¡NO!, te voy a poner mas caliente, más cachondo que vas a querer que te coja en ese mismo lugar en que estas -Ya te dije, ¡Atrévete! ...