Construcción
Fecha: 25/04/2019,
Categorías:
Gays
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... dije. No me dijo nada. Sentí su poderosa cabeza, babeante. Con inusitada suavidad, dado su fuerte temperamento, José fue presionando su miembro con lentitud, abriendo poco a poco, pero sin retroceder, la flor de mi ano. Sentí aquel intruso y no pude evitar un gesto de dolor. "¿Te duele?" "Un poco" exclamé. Se detuvo un momento, para luego intentarlo otra vez, esta vez con mayor éxito pues su cabeza se alojó en mi interior. Volvió a reposar un momento, nos quedamos quietos, en suspenso. Con otra poderosa embestida buena parte de su herramienta viril se insertó en mi cuerpo. Al sentir aquella calidez, José lanzó un gemido suave y dijo "Ya, ya te entró casi toda". La siguiente nos unió totalmente, morbosamente comprobé con mi mano cómo tenía enterrada aquella verga. "Uff, no sabes las ganas que tenía de tu culito, cabrón" Esto me decía José a la vez que me cogía. "¿Te gusta mi verga?". Le decía que sí, mientras disfrutaba de aquello, la molestia había desaparecido, ahora estaba gozando con aquella casi salvaje embestida. José iba y venía con rapidez. "Jálatela, ya casi termino" me advirtió. "Ah, ahí te va tu entrego de leche, cabrón". De pronto se quedó quieto, inundando mi culo de semen, que eran disparados con poderosos chisguetes que parecían no tener fin. Casi enseguida, y con su pito aún dentro, yo también me vine, sintiendo un enorme placer de saberme ocupado por esa tranca. Nos limpiamos, salimos del cuarto y nos pusimos a platicar como unas 2 horas con don Chuy, con unas cervezas. Divertido con la conversación, de pronto sonreía para mis adentros recordando lo ocurrido hacía unos minutos.