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El maestro y la aprendiz (2)
Fecha: 26/04/2019, Categorías: Grandes Series, Fantasías Eróticas Autor: Sarah, Fuente: CuentoRelatos
"Al sentir ese pedazo de carne duro contra su cuerpo se zafo y pidió retirarse temprano. -Perdone maestro puedo irme a mi cuarto estoy un poco cansada por este primer día. - Por supuesto ve a descansar mañana nos espera un largo día. El maestro sintió un pesar dentro suyo ¿Sera que se ha incomodado con mi presencia o no le gusto para nada? Esos pensamientos inundan su mente esta noche. Mientras tanto en el cuarto cerrado con llave, acostada desnuda la aprendiz Rosalía empezaba a acariciarse toda, pues si bien era virgen aún, masturbarse era un pasatiempo que lo lleva practicando a escondida de todos, sus manos manoseaban sus pechos leves gemidos escapaban de su boca, esa boca hambrienta que quería devorar los labios de su guapo maestro, pensando en él se tocaba cada rincón de su ser, después uno de sus dedos fue a meterse de lleno a su vagina un poco peludita, ya estaba empezando a emanar gran cantidad de flujo y en sus pensamientos más profundos está eran sus palabras: "Bésame cómeme mi boca y mi lengua, recorre todo mi cuerpo David por favor ¡¡Hazme tuya!! ¡¡Méteme ese pedazo de carne!! Deseo que me rompas todo ¡¡Aahh!!! Mmm... Sssiii... ssiii... mmm...!! El maestro pastelero no paro de pensar en su nueva aprendiz tumbado en la cama intentando dormir. Dio vueltas y vueltas entre las sábanas con pensamientos lujuriosos en los que la única protagonista junto a él era Rosalía. No podía borrar de su mente esos labios, el olor de su morena melena sobre sus hombros, su voz, su ...
... cuerpo, su... hasta que el dios del sueño le venció y lo transportó a eróticos sueños el resto de la noche. La mañana del día siguiente fue muy activa. Los dos estuvieron comprando montones de ingredientes para los suculentos pasteles que iban a elaborar. Se les veía con ganas e ilusión. Y sobre todo con el mismo brillo especial en los ojos. Brillo que denotaba deseo. Un deseo mutuo. Irrefrenable. Ambos sabían que en cualquier momento saltaría esa chispa que provocaría la explosión de lujuria tan anhelada por los dos. Cuando en algún momento sus manos volvían a rozarse provocaba que sus miradas se cruzaran, despertando ese calor latente que había en sus cuerpos. Ya dentro del taller de pastelería cuando ordenaban los productos en el almacén se produjo la chispa detonante de su pasión. Al caerse una de las latas e ir a recogerla ambos a la vez se tocaron y las pupilas de sus ojos se hablaron, terminando ese instante con un beso largo y húmedo según se iban incorporando. David apretó contra sí el cuerpo de Rosalía con un fuerte abrazo. Y la fue a apoyar contra un montón de cajas de cartón apiladas. Allí se fueron quitando la ropa con ansia y desesperación. Besándose y acariciándose por todos los rincones de su cuerpo. David la contemplo justo cuando ya solo tenía su ropa interior. Quería grabarla así en su memoria. Estaba muy sexy. Y notaba su excitación. Ella le atrajo hacia si tirando de la goma de su bóxer azul. Para acto seguido meter su mano debajo de aquella suave tela de ...