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Fecha: 30/10/2017,
Categorías:
BDSM
Sexo con Maduras
Primera Vez
Autor: calentu, Fuente: xHamster
Mi fantasía es que, siendo yo una mina avasallante, alguien sea capaz de dominarme y arrasar con todo eso. Me ratonea pensar hasta dónde puedo llegar en una entrega completa con otra persona. Encontrar una pareja que me inspire querer convertirme en su esclava. Creo que soy totalmente romántica. Y ese amor romántico lo llevo a las prácticas sexuales. En ese aspecto, además, me gusta cuidar mucho la estética y soy bastante fetichista. Uso zapatos altos, mucho encaje, ropa interior negra,. Pero, a veces, me visto de nena para cumplir la fantasía de algún amo que me lo pide. Yo no requiero nada en especial. Parte de ser sumisa es no pedir. Aunque si el dominante me solicita una sugerencia respecto de algo que consensuamos realizar, le digo qué espero que suceda o que él haga.""Cuando tengo prácticas BDSM (sado), siempre lo hago en el papel de sumisa. La restricción de movimientos y de los sentidos, me produce mucha excitación. Hace poco, conocí a un chico en un evento, hablamos un par de días, consensuamos qué queríamos hacer y nos juntamos a sesionar. Me vestí con un vestido mini y nada por debajo. Y por supuesto, maquillada con mucha dedicación. Apenas entramos a la habitación, todo cambió. Cada uno tomó su rol. Enseguida me ató las manos y me tapó los ojos. Yo instintivamente, hice un movimiento para soltarme y él me dijo: "Shhhh, no, no, no". No me hablaba. A lo sumo me ordenaba. Al principio, estaba sentada en un sillón. Eran juegos sensoriales los que hacía y yo tenía ...
... todos los sentidos en alerta. Escuchaba que sacaba cosas de su mochila; crujidos de bolsas de madera. Esa sensación expectante, sumada a un poquito de ansiedad por la incertidumbre, eran parte de la excitación que iba sintiendo. Me sacó el vestido, me entregue y me acarico toda. Después sentí que caía sobre mi pecho cera caliente de velas, pero cuando me puso unos brochecitos en los pezones dije la palabra de seguridad ("Basta"): no lo estaba disfrutando. Lo mismo sucedió cuando me amordazó y yo no podía respirar bien: hice el gesto convenido y me liberó la boca." Pero estaba tan excitada que estaba toda mojada"Lo primero que iba sintiendo a cada paso era dolor. Pero enseguida ese mismo dolor se transformaba en placer. Es algo muy raro. No me podía mover. El manipulaba mi cuerpo como quería: yo estaba entregada, indefensa. La sensación de entrega, debatirme en ese juego placentero, me hacía sentir como si estuviera fuera de mí. En un limbo. Era un éxtasis absoluto. Gozaba siguiéndole su juego y él se estimulaba con esa situación que compartíamos. Perdí la noción del tiempo. La sesión se me hizo muy larga por su intensidad. No hubo coito. Cuando me quitó la venda de los ojos, lo primero que vi era todos los elementos que había llevado y que estaban tirados en la cama. Fue shockeante. Me sentía cansada, agotada. Me preguntó qué había sentido, qué me había gustado o no, si había sentido la necesidad de que me hiciera algo más convencional. Le respondí que no y él se ve que tampoco ...