El chamo y las maquinitas - Relatos Eróticos

El chamo y las maquinitas

Este es mi primer relato y espero sea de su agrado. Sobra decir que los nombres van a ser cambiados por evidentes razones, pero el resto de la información aquí expresada podría o no ser real, eso lo dejo a su criterio. Hace 6 años trabajaba en un centro de videojuegos de un familiar. Había muchos chicos que a diario jugaban ahí y muchos de ellos se me hacían fabulosos, porque tengo una debilidad por los chicos de 15 años. Entre estos chicos se encontraba uno al que le decían el chamo. Este chico era particularmente grosero, insultante y atrevido, lo conozco desde que él tenía 12 años, pero lo comencé a notar a partir de los 14 años que iba a diario a jugar maquinitas en el establecimiento en el que trabajaba. Continuamente se peleaba con otros chicos y si me descuidaba buscaba la manera de robar algo o decir que se habían atorado las monedas para no pagar el juego. El chamo me prendía mucho, era en verdad mi sueño pero me daba miedo atreverme a algo. Continuamente me insultaba y me preguntaba cosas como: -Oye guey! eres puto? -Se me hace que te gusta la verga!? -Ora puto! Y cosas de esa índole, yo fingía que no le ponía interés al chamo. Curiosamente este chico era vecino del familia con el que trabajaba. Una noche se me ocurrió buscar la manera de asomarme a su casa y me di cuenta que ellos se bañaban en la parte trasera del patio con agua del pozo y por unos hoyos en la pared admiraba su cuerpo cuando se bañaba. No era marcado, pero su duro de cuerpo. No muy delgado, pero ...

... no gordo, sus ojos café y su pene lo observaba todas los noches, se observaba a lo lejos corto ( de unos 16 cm) pero grueso y fuerte, porque la erección le demoraba durante todo el baño sin bajarse. En varias ocasiones pude observar como se masturbaba con fortaleza y rapidez, una vez pude notar que probó su propio semen, quizás por curiosidad. Lo veía eyacular abundantemente sobre el borde del pozo o sobre su mano izquierda para luego embarrar su semen por algún lado. Lo que me sorprendía de el chamo era la cantidad de semen que tiraba para su edad y las veces que se masturbaba. Una vez lo vi masturbarse 3 veces durante un solo baño (menos de 30 minutos). Este chico cada vez me molestaba más y me ponía mas ansiosos por el hecho de ya haber visto su pene y haber visto de incognito sus abundantes orgasmos. El día que todo cambió fue un día lunes por la mañana, El chamo no quiso ir a la secundaria y estuvo toda la mañana jugando el las maquinitas. Estaban otros chicos y posteriormente abandonaron el local para dejarnos solos. Yo estaba en la caja contando el dinero de la mañana y El chamo empezó a decirme: -Vas a querer o se la hecho al perro? Frotándose la zona de su pene -Mámamela que traigo mas leche que un sapo! Podía ver su cara de pícaro sonriendo y burlándose de mí. Entonces decidí dar el gran paso, me armé de valor y le dije: - pues si te dejas, te la mamo! Él me replicó sonriendo: Que puto eres! Si te atreves a mamarla? Yo respondí: Si, si te dejas sí. El me dijo: pues ...