Una voz extraña en nuestro dormitorio
Fecha: 30/04/2019,
Categorías:
Anal
Sexo con Maduras
Voyerismo
Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster
Esa tarde había podido escaparme temprano de mi oficina y me apuré en regresar a casa para darle una sorpresa a Ana y llevarla a cenar afuera.Estacioné mi auto casi en la puerta y casi ni me llamó la atención otro vehículo desconocido ocupando la zona del garaje. Me imaginé que pertenecería a alguna de las amigas de Ana…La casa por dentro estaba poco iluminada. Al acercarme a nuestra habitación, pude escuchar una voz extraña.“Quiero que me lo pidas, perra… o no hay trato…”Me detuve en seco. Era una profunda voz masculina, desconocida.“Por favor, te lo pido… no me dejes así, hijo de puta…” Suplicó mi esposa.El sonido de la suave voz de mi mujercita me paralizó peor todavía. Ana estaba cogiendo con un hombre en nuestra habitación… no lo podía creer.Mi reacción inicial fue correr y agarrar a golpes de puño a ese tipo; pero por otro lado, parte de mí solamente quería espiar a mi esposa ser cogida…Las voces se hicieron más claras a medida que me iba acercando. La puerta estaba entreabierta y se veía una leve luz difuminada adentro.Me asomé a espiar por esa rendija.Mi corazón pareció detenerse. Allí estaba Anita, apoyada sobre sus manos y rodillas en el centro de la cama, con los ojos vendados por un pañuelo de seda negra.De rodillas detrás de ella había un enorme hombre negro desnudo, tratando de meter la punta de su enorme verga en el trasero de mi delicada esposa, mientras la sostenía con una pesada mano por la cintura.Ana gemía suavemente y apoyaba su frente en las ...
... sábanas.Su mano se perdía trabajando afanosamente en su entrepierna, acariciando su clítoris; cono cada vez que ella hace cuando yo la sodomizo. A juzgar por las apariencias, parecía que ella y su amante llevaban un buen rato en nuestra habitación…Ana estaba desnuda, usando solamente unas botas negras de caña alta.“Dame por el culo, por favor… vamos!... ahora!” Lo urgió mi esposa y el gigante negro siguió empujando su verga enorme a fondo. Ana parecía luchar con el insoportable dolor que le provocaba tener esa serpiente negra empalada por el culo y el inexplicable placer que eso mismo le daba.El negro mostró una sonrisa de satisfacción al enterrar finalmente todo el largo de su verga en el ano de mi esposa. Después le azotó las nalgas con su pesada mano y la otra se enredó en los rubios cabellos de Ana; haciéndole levantar la cabeza hacia su propia cara. Le gritó al oído:“Te gusta, perra??”. “Te gusta así, que te taladre bien el culo, verdad?”“Siiiii… quiero más… dame más!” Gritó Ana, incrementando la velocidad de sus dedos masajeándose el clítoris.Otra vez ese desconocido negro tomó unos mechones de cabello de Ana y la obligó a ir hacia él, enterrando más a fondo su tiesa pija en el ano de ella.Ana seguía con los ojos vendados, pero yo imaginaba la expresión de lujuria pintada en su bello rostro.“Aaahhhh voy a acabar…!” De repente dijo Ana en un profundo suspiro.“Adelante puta; quiero oírte acabar mientras te destrozo el culo…!”Eso pareció ser demasiado para mi delicada esposa; en ...