Mi abuelo y yo 3
Fecha: 01/05/2019,
Categorías:
Incesto
Autor: inocent1967, Fuente: SexoSinTabues
... más tomó mi cadera y empujó muy fuerte dentro de mí, yo sentí que algo se rompió y como si un enorme fierro caliente estuviera entrando, pegué un grito y me puse a llorar. Mi abuelo se detuvo después del empujón y me trató de calmar diciendo que ya era todo, que no llorara que no se iba a mover más en un ratito que me dolía porque había abierto la puerta y que era muy normal, mientras sobaba mi cabello y secaba mis lágrimas con su mano. Así estuvimos unos minutos, quietecitos, yo plenamente ensartada por su pene mientras todo mi chochito palpitaba por el dolor, poco a poco el dolor fue disminuyendo, me dijo mi abuelito que se iba a mover suavemente hacia adentro y hacia afuera para darme un masaje interno con su pene y se me pasara más rápido el dolor que aflojara lo que más pudiera mi cuerpo y abriera mis piernas lo más posible para que el masaje fuera mejor. Al principio el ardor, el dolor de sentir ese pene dentro mío era muy grande pero efectivamente poco a poco el dolor iba disminuyendo y con lentitud fue siendo substituído por una sensación un poco placentera. Por lo que comencé a dejar salir ...
... unos quejidos de placer. Mi abuelo al notarlo me dijo. Hijita voy a darte más rápido el masaje para poder sacar la lechita de mi pene y que te cure pronto. Comenzó el mete y saca de su pene hasta que logró ordeñarlo y llenar de leche mis entrañas. Cuando hubo acabado lo sacó suavemente y me dijo hijita, ya eres toda una mujercita, eres muy valiente por aguantar este dolor por ayudar a tu abuelito te quiero tanto amorcito. Y besó mis labios, mis ojos, mis téticas y finalmente mi chochito con dulzura. Cuando me incorporé su semen comenzó a escurrir de mi chochito con un poco de sangre, yo me asusté y me dijo no hijita no te preocupes es muy normal la sangre que está saliendo es el sello de la puerta sólo pasa la primera vez, al igual que el dolor poco a poco conforme te vayas acostumbrando va a doler menos cada vez hasta que lo único que sientas es ese gusto por tener el pene dentro tuyo. No te preocupes de nada, te voy a bañar para que estés fresquita y relajada, me llevó a la tina y me bañó, me puso mi pijama y yo me quedé profundamente dormida pensando en lo mujercita que me había convertido ahora.