EL MARIQUITA PT. 3: LA TRAICIÓN - Relatos Eróticos

EL MARIQUITA PT. 3: LA TRAICIÓN

... los escondi también, caminada despacio hacia mi cuarto y pegue mi oreja en la puerta C: que rico lo chupas perritaa aaaaah, desde que te vi entrar supe que querías mi guevo M: siii papi que grande es tu guevo que rico esta – su voz afeminada superaba a la mia C: No me digas papi, dime Señor y traga perra tragaaaa aaaaah, wow te lo metes todo mamiii M: Si señor, desde que lo vi quería estar con ud, y en ese dia en el baño quería mamarselo C: Y yo quería darte de mamar, pero era muy arriesgado por eso solo te mostre lo que te ibas a comer, a cuantos se los mamado ah? M: a muchos como ud señor, pero el suyo es uno de los dos mas grandes que me he comido C: Quien es el otro perra? M: Mi papa C: Vergaaa y que edad tiene tu papa? M: 42 creo C: Jajajajaja lo que disfruta tu padre en casa vale jaja sigue chupando aaah Escuchar todo eso me llenaba de rabia, me sentía traicionado por parte de mi padrastro, y encima en mi propio cuarto, pero mas me sorprendió escuchar que su papá también se lo cojía. Eso me dejo atonito, pero igual mi rabia seguía intacta. Ya no quería solo escucharlos, sino también verlos aunque tenia miedo de que me vieran abrir la puerta. C: Volteate perra, ponte en cuatro – a los segundos se escucho una nalgada dura, plash M: aaaaaaaaaaaah dueleee señor pero deme otraaa – plash se escucho otra C: jajaja asi me gustan las perritas, aguantadoras – y de repente escuche el ruido que tanto me gustaba escuchar pero cuando lo hacían conmigo, el que cuando alguien se come ...

... (chupa) un culo M: aaaaaaah que ricooooo señor aaaah sii chúpeme el culitooo que ricooo aaaaah Yo empece a llorar de la rabia que sentía, ahí comencé a abrir la puerta cuidadosamente y pude ver que mi padrastro estaba desnudo agachado dándole la espalda a la puerta, chupando el culito de Michael que estaba dándole la espalda a el. Es decir, ninguno podía verme. Ver esa imagen de ese macho grandote, fuerte y oscuro chupándole el culito a un niño mariquita como yo, me lleno de rabia pero me excito mucho, era como verme a mi ahí. Al lado de la puerta había una cesta de ropa sucia que tenia unas cobijas y ropa encima, inmediamente se me ocurrió la idea de meterme detrás de la cesta y taparme con las cobijas y ropa buscando una buena visibilidad, los dos estaban tan concentrados en su placer que ni cuenta se dieron de que estaba ahí. Cerre la puerta con cuidado, y me meti poco a poco detrás de la cesta que esta pegada al closet (armario), era un excelente hueco para esconderme, me tape a mi y a la cesta con la cobija y busque la manera de tener visibilidad y la encontré. Me quede quieto y yo podía sentir y escuchar mis latidos acelerados. C: que rico culitoo mamii, esta muy abierto, se ve que por aquí han pasado muchos M: Si señor muchooos, siga chupando mi culito aaah C: Que lastima que no seas virgen – y volvió a comerse el culito con aquella devoción que lo hacia conmigo Me sentí usado y traicionado, quien sabe a cuantos mas no le habrá hecho y dicho lo mismo, pero igual quería ...