Las vacaciones en el valle de Parabachasca IV (&Ua - Relatos Eróticos

Las vacaciones en el valle de Parabachasca IV (&Ua

Con las primeras luces del día sentí que alguien entraba a la habitación, era la dueña de casa, la sexagenaria a la cual había masturbado la noche anterior, sin que ella me diese lugar a tener sexo con ella.Se sentó a los pies de mi cama, yo me incorporé dejándole ver mis senos. Me sonrió y empezó a sollozar, quise tomarle con mis brazos y me rechazó. Al rato ya calmada me dijo que nunca había tenido sexo con otra persona que no fuera su esposo, y que desde ya era la primera vez que una mujer la tocaba.Con una sonrisa me dijo que hacía años que no tenía un orgasmo, y que yo la había llevado a la hipseidad total, me lo quería agradecer y pedirme disculpas por haber abandonado el rio la noche anterior y no abrirme la puerta de su habitación. Pero ella no quería que yo tuviera sexo con ella. Es más me recordó que cuando la masturbaba no veía su cara.Volví tenderle mis brazos y sólo atinó a darme un beso en mi mejilla rechazando mis labios. Luego comenzamos una interminable charla en la que ella se entretenía masajeando mis pies, eso me excitaba, erizaba mi piel, pero cualquier intento de acercamiento a ella era cortado.Cuando creyó que todo me había dicho se incorporó y fue hacia la puerta, literalmente salté de la cama, y puse mi mano sobre su mano en el picaporte a la vez que le daba un beso en su cuello. Ella temblequeó, no quería mirarme, solo me dijo_como anoche, sin mirarte.Con mi boca recorrí su nuca mientras con mis manos la desnudaba, su ropa quedó en el suelo, con ...

... energía la dí vuelta, le sonreí y mi boca comenzó a recorrer su esbelto cuerpo, pese a los años. De su pubis emanaba un olor salvaje que llevó mi excitación a niveles nunca alcanzados, pero su boca y sus manos seguían negadas para mi.Yo de rodillas, ella parada, las dos desnudas, la escena era hermosa, el calor nos hacía transpirar a ambas muy copiosamente, mis labios en su vagina mordisqueban sus labios mayores, una mano mia estaba en sus glúteos, mi dedo índice buscaba su región anal.Mi mano libre encontró mi vagina y a la vez que con mi boca o con mi otra mano la masturbaba, me masturbaba yo misma.Una mezcla de sudor profundo y flujos vaginales inundaban la habitación, nuestros cuerpos se estremecían, aunque de ella no recibía nada, un beso profundo mio la hizo gemir, su cuerpo empezó a tremular, tuvo una eyaculación femenina, mis manos buscaron el flujo en el momento de su orgasmo.Con una mano mojada con su flujo vaginal tapé su boca y ahogué su gemido, mientras caía de rodillas sollozando, mis manos llenas de su flujo fueron a mi vagina y seguí masturbándome. Para ayudarme en un momento llevé una de ellas a mi nariz y el olor natural de su cuerpo me invadió a la vez que un orgasmo daba sus primeras manifestaciones.En un momento caí al suelo y cuando reaccioné ambas desnudas estábamos sobre el suelo atontadas o adormecidas.Nos tendimos en la cama y nos adormecimos.Al rato sentí que dejaba la habitación.La rutina de los días siguió igual desde entonces hasta que me fui, rio, ...