1. La verga de Polo. Relato de adolescente 2a mparte


    Fecha: 01/05/2019, Categorías: Intercambios Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... faltaba más! Le di todo el permiso que necesitara y desde luego le pedí que me pusiera al tanto de cuando, donde y a qué hora se la iban a coger nuevamente. Me dijo que la había citado en Sanborns de San Angel, para que desde ahí, se fueran en su coche a uno de los hoteles de la salida a Cuernavaca. Me pareció muy bien, pues no podíamos arriesgarnos a que la vieran con otro. Se arregló muy linda y se fue para estar puntual a su cita. Las horas pasaban muy lentamente…. Me quería jalar los pelos, sabiendo que mi esposa estaba cogiendo con otro... Un remolino de sentimientos a cual más encontrados. Sentía un piquetito de celos…pero con la verga a todo dar…. Cuando oí llegar su auto, ya me había tomado dos tragos y la esperaba con ansia. La vi llegar muy contenta. “Que diferencia! En una cama y desnudos .Gracias mi amor por la oportunidad” Nuevamente nos comimos la boca a besos y hablándonos muy quedo al oído nos decíamos lo que pensábamos y sentíamos por la aventura de mi esposa. Me urgía cogérmela nuevamente, meter mi verga donde había estado la otra y sentir como resbalaba mi verga con el semen de Armando. En ese entonces no había amenazas de enfermedades venéreas y mucho menos de sida. Siendo médico, sabía bien cuando eran sus días fértiles y siempre que cogió con Armando, lo hizo sin condón, para mi beneplácito. Por qué me gustaba sentir el semen de Armando? Pudiera ser que fuera la confirmación de que una verga había estado metida en su vagina. No lo sé, pero fue algo que ...
    ... me dejó marcado hasta estos días. Subimos volando las escaleras y nos íbamos desnudando en el camino. Laura mostraba un chupetón en una de sus tetas y cuando me dio a espalda, pude ver otro en una nalga. Obviamente eran signos de que había habido acción variada. Me parecía que estaba muy contenta y quien no lo estaría? Tenía permiso y beneplácito de su esposo para coger con otro. Que cogidas nos dimos en esos días. Me encantaba oírla relatar lo que le había hecho Armando y sobre todo lo que ella se había atrevido a hacer. Así me entré que le encantaba montarse en su verga, que se la metiera de perrito, pero lo que más le gustaba era tenerlo encima con los muslos muy separados y Armando en medio, bombeando con mucha fuerza. Me susurro al oído “Lo que más le gusta es mamarme. No se cansa y me chupa la vulva cada que tiene oportunidad y a mí, ya sabes, me encanta mamar la verga”. Armando se vino tres veces. Una vez en cada una de las posiciones que me relató. Empezaron mamándose en un 69 que duró eternidades y cuando él sentía que se iba a venir le pedía un descanso ya que no quería desperdiciar semen fuera de su “linda vagina”. Cuando volví a sentir la vagina de mi esposa inundada de semen, me vine entre gritos con las sensaciones maravillosas de estar metiendo la verga donde había estado otra recientemente. El impulso que esta acción nos dio a nuestra vida sexual, fue maravilloso. Cogíamos todas las noches y los fines de semana, en cuanto podíamos, nos deshacíamos de los hijos ...
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