1. Ana y el sótano de enfrente


    Fecha: 02/05/2019, Categorías: Anal Sexo con Maduras Sexo en Grupo Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... cuerpo de mi mujercita, exhibiendo sus vergas bien erectas…Nicolás se acercó antes y le ayudó a Anita a sacarse las calzas y la tanga, quedando solamente vestida con la camiseta transparente y las zapatillas.Luego ella se puso en cuatro con las piernas bien abiertas, mientras se metía un par de dedos en la concha, que a esta altura ya se notaba estaba bastante humedecida.Yo miraba todo con una calentura infernal, sin poder creer que Ana se animara a darles tremendo espectáculo sin que yo estuviera presente para cuidarla si algo salía mal…“No les dije que la señora tiene un culo hermoso?”. Dijo Nicolás a los otros.“Hace un tiempo le rompimos ese culito a la señora con mi amigo Facundo; a ella le encantó”.“Me encanto que me rompieran el culo”. Contesto Anita con la voz entrecortada por la calentura.“Miren qué hermosa putita; el marido trabajando y ella aquí abriéndose la cola para nosotros”De repente los dos hombres se acercaron un poco más a Ana, que evidentemente ya había perdido totalmente el control de la situación. Cuando mi esposa estaba por meterse un dedo en el culo, uno de los hombres la detuvo diciendo:“Espere señora, déjeme que antes se lo lubrique un poco para que le entre el dedo más fácil”.Antes de que Ana reaccionara, el hombre acercó su boca al estrecho orificio anal y le metió la lengua de tal forma que ella gimió de placer por la inesperada intrusión.Al darse cuenta los otros que Anita se retorcía de placer, comenzaron a meterle dedos en la concha, las ...
    ... tetas y hasta en la boca.Nicolás le dijo: Te gustan las tres pijas que te vas a comer, putita?“Le vamos a destrozar ese culo hermoso que tiene” Dijo el tipo que hasta ahora no había hablado.“Quién quiere ser el primero en ensartar ese culito” Preguntó Nicolás riéndose a carcajadas.El hombre que había empezado a lamer la cola de Ana se incorporó en silencio; apoyó su tremenda verga en la entrada del orificio anal y de una embestida tremenda se la ensartó hasta el fondo.Ana aulló de dolor porque no esperaba esa invasión tan repentina. El tipo arremetió otra vez y la hizo levantar en puntas de pie, mientras se empalaba a fondo, haciendo gritar a mi mujercita de dolor.Mi dulce esposa gritaba y se retorcía; estaba como poseída. Enseguida el otro albañil ocupó el lugar del primero, haciendo que Ana gritara todavía más y más, al sentirse atravesada por un verga evidentemente más grande que la anterior.El último en disfrutarla fue Nicolás, que la cogió bien duro y con arremetidas rápidas, lo que hizo llorar a Anita por tanta fiereza.Ninguno de ellos acabó dentro del culo de Ana… La cogieron varias veces por turno y finalmente de a uno fueron llenándole la boca de semen, que ella tragó hasta la última gota…El último fue nuevamente Nicolás, que hizo apartar a los otros dos y le ordenó a mi esposa:“Ahora vas a quedarte de frente a nosotros y a masturbarte mirando estas tres pijas”Anita no se hizo repetir la orden; apoyó la espalda en la pared, se metió dos dedos en la concha y comenzó a ...