Mi prima de 14 años. Su primera vez
Fecha: 30/10/2017,
Categorías:
Incesto
Autor: Primoloquito, Fuente: SexoSinTabues
... donde yo mordía y saboreaba esos exquisitos labios. Mi lengua recorriendo toda su boca, y ella torpemente haciendo lo mismo, lo cual me pareció aún más tierno. En ese momento quise retirar mi mano de su entre pierna pero ella rápidamente me agarro de la mano, nos miramos un momento. Sin decir ni hacer nada, y lentamente con su mano dirigiéndola por debajo de su short de licra pude acariciar y sentir la gloria, note rápidamente que la hermosa vagina de mi primita estaba húmeda, ahogada por querer ser acariciada, y explorada por manos ajenas y que no fueran las suyas, note ese deceso por querer ser explorada por primera vez, ahí me tome mi tiempo, sabía que no había marcha atrás, que tenía más que su permiso para hacerla disfrutar y gozar. Acaricie entre su short de licra y su tanguita, jugando con su humedad, acariciando y moviendo mis dedos entre su hermosa vaginita, generando le esos invaluables gemidos que me provocaban tener una erección, que más que hacerme pensar en los riesgos sólo me hacían querer más y más, ya no sólo simplemente manoseaba su entrepierna, sino que le levante su camisa de tirante junto con su bra, para poder probar esos pecho de niña, de jovencita virgen. Acerque mi cabeza a su pecho e inicie con sus deliciosos pezones, yo lamía, mordía y saboreaba todo lo que podía, como si no hubiera un mañana, cuando decidí finalmente me pasar mi mano por debajo de su tanguita, no aguante más le baje lentamente su bóxer junto con su tanguita de niña, ella no opuso ...
... resistencia. Ya estaba tan en un punto de éxtasis como yo o tal vez más. Tenerla así, desnudan ante mi, me hacía pensar en que seria lo siguiente, y como si fuera un reflejo ella solo me tomo de un hombro y me dirijo hacia debajo de la cobija empujando me hacía su cintura, no me resistí, solo me deje llevar, ella sabía lo que yo quería, y yo lo que ella deseaba. Cuando por fin me tope con el tesoro, con eso que me tenía tan excitado, tan duro, con ese dolor de bolas, pude pasar a probar y deleitarme no me contuve, no fui discreto ni mucho menos precavido, ahí en ese instante fui una bestia, ya no era yo mismo. Use mi lengua como objeto sexual, tocando con mis manos todo su cuerpo, y masturbándola a la vez, provocando unos gemidos descarados, que me hacían taparle en momentos la boca, lo cual a la vez me provocaba una risa sarcástica y burlona, cuando me di abasto con su exquisitez, me coloque a un lado de ella para poder besar la, en ese momento pensé que le daría asco por que le había hecho un sexo oral tan delicioso, uno que la hizo sudar, y sentir por primera vez un placer inimaginable, pero parece que ni siquiera lo pensó se abalanzó sobre mi, quedando enzima mío, desnuda. A lo que hizo que notará mi tremenda erección, me miró a los ojos y me dio un tremendo beso, uno aún más apasionado, se colocó alado mío, yo la tome de la mano. Hasta ese momento no habíamos cruzado palabra y lo único que le dije fue tranquila, lo cual me provoco una sonrisa. Ella solo me miró, y asintió ...