Sigo con el Diario
Fecha: 04/05/2019,
Categorías:
Fetichismo
Autor: Cermega, Fuente: xHamster
... agarrarme de algo.-¡No puedo más me vas a matar, desgraciado!, solo ríe, le miro suplicante con los ojos desorbitados y toda temblorosa, ¡coño ya viene!, me siento ahogar, es demasiado, gimo y me sobreviene una explosión de sensaciones de placer absoluto, mi cuerpo tiembla sin control, sudo, lloro, grito, no sé como quietármelo de encima, es demasiado para mi frágil cuerpo.Me deja ahí, un pedazo de carne inerte, destrozada y sin poder pensar con claridad, solo con un bienestar interno de alegría ¡coño como me gusta este hombre!, ¡carajo!, recupero fuerzas y me incorporo voy donde él, le acaricio el rostro y le pido un beso, necesito un beso suyo, me lo niega y quedo desilusionada con la cabeza baja, me ordena que me vista, pues vamos a salir, teníamos que comprar unas cosas y almorzar.Actúo como una autómata, bajamos por el ascensor y al salir, todavía herida por el desprecio recibido me sorprende con una sonora y dolorosa nalgada.–¡Agiliza que no tenemos todo el día!, bromea con una sonrisa en los labios. Ya se encontraba menos m*****o y me tranquilice.En el vehículo me percato que estoy bastante expuesta, no llevaba mis braguitas, solo medias y un súper micro vestido, el cual estaba oculto bajo mi abrigo, pero la sensación de desnudez me invadía:- Oh Padre estoy casi desnuda- Y?- Y si la gente se da cuenta, me muero.- Así te quedas, me gusta a mí y no hay nada más que hablar.- Y si me ve algún conocido o amigo, que dirá.- Dirá que eres una mujer atractiva y ...
... sensual.Aparca frente a la tienda que visitaríamos, un Sex shop. Estoy tan nerviosa por si me viera algún conocido que casi parezco un asaltante mirando para todos lados no vaya yo a encontrarme con alguien que me reconozca, no me conviene, ni por las fachas ni por el lugar al que entraré.Cómo conocedor del lugar y hombre protector que es, evidentemente este ya había venido en más de una ocasión con otras de sus sumisas, me lleva por la parte trasera del edificio, entrando por una puerta disimulada, tremendo alivio siento cuando me doy cuenta que no tenía que entrar por la principal que está en la avenida más transitada de la ciudad.Ya dentro me siento extraña, “uy” que cosas hay en ese lugar, miro a todos los rincones del local con cierto temor y vergüenza, sin embargo él se pasea muy seguro y confiado de lo que necesitaríamos, me muestra un huevo vibrador y unas bolas chinas, le miro asustada y con los ojos abiertos como dos platos y un remolino de preguntas pasándome por la mente, le pide asistencia a una de las chicas que atienden el local y le dice lo que buscamos, nos da varias opciones explicándonos los usos y funcionamientos, ¡también queremos un vibrador! alcanza a decirle, ¡Oh Dios!, la cara se me puso colorada, que va a pensar esa pobre niña de mi, ella muy resuelta y amable nos trae un ejemplar nada tradicional, de color morado, de tamaño idéntico a su pene y usos inimaginables para mi, que rotaba la punta del vibrador en su propio eje y con unas bolas que se movían en el ...