Supertanque -2 - Relatos Eróticos

Supertanque -2

... año que viene lo tendré aquí vigilando todos mis movimientos. – Pues date prisa – la indique con la mejor intención. – Estoy hablando del hombre con el voy a tener hijos, no te tomes tan a ligera. – Mira, si la única solución dentro de esa cabeza tuya que Dios te ha dado, es que un tío te embarace, ya estás hay fuera buscándolo. – Eres un... Eres un... Espera, tú eres un hombre. – ¿¡Qué!? Sí... Digo no... Yo no soy tu hombre. – ¿Por qué no? ¿No te gusto? ¿No te la matas a pajas todas las noches pensando en mi? ¿De dónde había sacado esa boca? – Por que no lo soy, y punto. – No tienes novia ni estás casado, si no no te matarías a pajas pensando en mi. Bonita forma de pensar. ¿Qué tendrá que ver tener pareja con darse placer a uno mismo? Religiosos. Como si la pareja siempre estuviera dispuesta para el sexo. – Otra vez lo de las pajas... Vale, de acuerdo. Lo hago. Pero eso no significa que quiera casarme contigo – ¿Y por qué no? Podrías follarme todas las veces que quisieras. Lo peor es que estaba hablando en serio. Sus ojos así me lo decían. No sólo estaba decidida a hacerlo, se estaba divirtiendo con ello. Por primera vez en toda su vida, estaba haciendo lo que ella quería, y parecía complemente dispuesta a pagar el precio. Tenía que salir de esta como fuera. – ¿Y el amor? ¿Dónde lo dejas? – ¿No crees que puedes enamorarte de mi? – Si te dijera que no, estaría mintiendo... Pero no creo que tu seas feliz a mi lado. – ¿Más infeliz que estar atada a un hombre que se acuesta ...

... con otro? – Tienes la opción de tener amantes... ¿Además, quien te dice que si te dejo embarazada, nos casemos? – El hijo sería tuyo. Ni mi padre puede negar eso. – ¿Y la excusa sería? Porque de algún modo tú y yo hemos tenido que... – Alcohol. Bebo, eso no esta prohibido. Y salgo de marcha. Y hago un montón de cosas – Esta bien, esta bien – ataque total – bájate los pantalones – ¿Qué? Al fin la había sorprendido. – Que te bajes los pantalones... Voy a cerrar el cerrojo, tu te bajas los pantalones. Vamos hacerlo aquí mismo – ¿Cómo? ¿Así? – Los críos no suelen salir a la primera, y cuando se acabe el trimestre se acabo, no nos vemos más. Pantalones, fuera. Vamos el cerrojo ya esta echado, nadie nos molestara – No... no estoy preparada. – Pues entonces.... – No, esta bien... Esta bien.... Al menos date la vuelta – ¿No eres si quiera capaz de quitarte los pantalones delante de tu futuro marido – Silencio – ¿Quieres que me quite yo los míos – Silencio – ¿Te lo hago con la ropa puesta? – Y no hay una forma de empezar bien esto, como no sé , besándome. Nunca me han besado. Era preciosa, y mía... y maldita sea. – Sí, supongo que puedo hacerlo de la forma normal Me acerque, y mierda, la chica estaba temblando de miedo. Y yo sólo podía pensar en los invitados de la boda... Hola, señor Pinochet, un gusto conocerle. Hola general franquista, aquí tengo un republicano comunista con el que ibas a hacer unas migas que te cagas ¿Cómo coño me la quitaba de en medio? – Oye, estás temblando de ...