Ahora soy su marido.
Fecha: 05/05/2019,
Categorías:
Incesto
Autor: Edollan, Fuente: SexoSinTabues
... estabamos desnudos y con el condón puesto, cuando se abrió de piernas para recibirme, sentí el amor más grande del mundo, así que sin pensarlo, le comencé a sucionar y sobar los senos, luego besé su vientre, pasé la lengua por la cicatriz de la cesárea, por donde había nacido, hasta llegar a su vulva, la comencé a languetear del ano al clítoris, ella llevó sus manos a mi cabeza y me acarició el pelo, mientras hacía suaves movimientos de caderas, me concentré en su clítoris, con la lengua, lamiendo y succionando, ella comenzó a moverse un poco más brusca, así que la tomé de ambos muslos y la sujeté con fuerza, levantó su pubis y comenzó a extremecerse de placer, no se comidió en gritar – Clávame... penétrame... súbete y méteme tu polla Lito, ven... ven.... asiiiiii..., asiiiiiii... mi amor... mi amorcito... haces feliz a tu hembra, más mi amor, quiero más, ven súbete y penétrame hasta los huevos, quiero sentir ese pollón adentro de nuevo... ven mi amor... – Y comenzó a sacudirse nuevamente, un nuevo orgasmo la sacudió entera. Salieron pequeños flujos de líquidos de su vagina, los lamía y sentí el sabor más maravilloso del mundo, un elixir mágico, no dejé de lamerla hasta que había tomado hasta la última gota, pero cuando pensaba subirme sobre ella, le vino un nuevo orgasmo y nuevamente ese líquido fantástico, tuvo seis orgásmos y yo seis bebidas maravillosas, hasta que me subí sobre ella y nuevamente sentí el placer indescriptible de penetrar su vagina, ahora de una mujer receptiva, muy despierta y sobre todo dispuesta a gozar, a ser feliz, a ser la mujer de su hijo, para siempre.