Los demonios de Yahir, Capitulo 2 "Rogelio"
Fecha: 08/05/2019,
Categorías:
Gays
Autor: Diosdelagua, Fuente: SexoSinTabues
... comenzó a embestirme como loco, Me jalaba del cabello diciendo- Oh si Yahir, qué bien se siente, Mmmm que bien coges¬— El corazón me latía a toda prisa, comencé a masturbarme para aprovechar toda esa lujuria, me estaba convirtiendo en la mayor puta del planeta y me gustaba serlo, me siguió envistiendo hasta que de pronto me jalo más y más a él mientras sentía esos chorros de semen que se quedaban en mi ano. Rogelio y yo estábamos en su cama durmiendo, abrí mis ojos y me di cuenta de que eran las 5:00 pm, era momento de ir a casa, me puse de pie y tomé un baño para vestirme e irme, justo cuando estaba por salir Rogelio me sorprendió— ¿Ya te marchas? Creí que querías un segundo asalto— Me sonrió y yo a él— Fue bueno, debo admitirlo, eres un buen amante— Le dije mientras lo besaba— Estaba pensando en que podías venir mañana también, yo te llamaré— Me dijo y yo reí ante su comentario. — No habrá una segunda vez, al menos por el momento no, esto fue suficiente hasta por unos meses— Dije riendo— No, no, no, pequeño, recuerda que tenemos un trato, si no me cumples yo hablaré y eso no te conviene— Yo ...
... estaba por cruzar la puerta y en cuanto dijo eso me di la vuelta y fui hasta donde estaba él. — No Rogelio, yo no te necesito, tú me necesitas a mí, debes temerme, porque si lo echas a poder no podrás volver a estar conmigo, no te tengo miedo y soy quien puede poner las cosas en tu contra ¡Él maestro Rogelio me violó, me encerró en el baño y justo cuando el conserje llegó se detuvo, fue horrible!— Dije fingiendo y llorando— ¿Ves? ¿Quién tiene más que perder? ¿Tú que eres el pervertido de treinta o yo, el indefenso de catorce?— Dije y el me gritó mientras me marchaba— ¡Eres un maldito!— Yo lo miré de reojo y dije— Sí bueno, lo soy, está en mi naturaleza. Llegué a casa caminando con dificultad pero me sentía orgulloso de mí mismo. Comí con mis padres y luego me fui a mi habitación y justo cuando entré vi esa foto otra vez, pero esta vez la tomé con ambas manos y la arrumbé en el último cajón de mi closet dispuesta a comenzar a olvidar el dolor y comenzar a seguir descubriéndome, mi sexualidad, vería hasta donde iba a ser capaz de llegar, porque una cosa era segura, el sexo con hombres era mi cosa favorita.