Depresión, alcohol y drogas abusan de mi prima Irina - Relatos Eróticos

Depresión, alcohol y drogas abusan de mi prima Irina

... pena. Yo le conteste que no se preocupara que conocía una bebida muy baja en alcohol y pedí una botella de vino rosa, al principio le costó un poco beberlo, pero luego le tomó el gusto, poco a poco empezó a contarme sobre los trabajos en los que había estado, sobres sus jefes, estábamos evitando hablar de sus problemas, después que se terminó el vino y viendo que tenía más confianza pedí una jarra de clericot, un preparado con vino tinto y frutas, este era un poco más fuerte que el vino rosa, pero aun así Irina lo bebió, ella sonreía con algunos chiste que le conté y recordando historias de nuestra infancia. Sus ojos se veían entornados y más brillantes, su sonrisa era cautivadora, sus mejillas se veía chapeadas por el efecto del alcohol y ahí fue cuando me contó sobre los problemas con su esposo, que cuando estaban a solas no sentía placer con él, que se sentía mal por lo que sucedía, pero que ella esperaba más de él y hasta me contó como perdió su virginidad con él y de cómo había quedado decepcionada de sus relaciones sexuales, yo la escuchaba con atención, al terminarme de contar le dije que esa no era su culpa, que quizá el problema es que no se conocieron bien antes de decidir casarse y quizá eso les hubiera evitado esta difícil situación. Nos retiramos a eso de las 11 y media del restaurante maneje por la costera hasta llegar a su casa, creo que el aire le hizo mal, pues al bajar del carro trastabillaba al caminar, tuve que tomarla de la cintura y con mi mano libre ...

... tomarla de su brazo para ayudarla a entrar, yo abrí la puerta de la casa con la llave que ella me dio, le dije que si necesitaba ayuda, me dijo que estaría bien, le di las buenas noches y que fue una bonita velada, le di un beso en la mejilla y me retiré, al cruzar la puerta ella me habló. -Primo un favor dile a mi mamá que estoy bien y que voy a estar bien, que no tiene de que preocuparse, no me voy a suicidar ni haré nada malo, gracias a nuestra conversación ahora sé que no soy tan culpable de lo que ocurrió y de paso espero que ya no venga acompañada de José, me choca como se me queda viendo cuando ella no se da cuenta, como me habla, ese cubano ya me tiene harta, puedes creer que la otra vez mientras salía del baño y el entraba, me tomo de la cintura y me hizo pasar de espaldas a él y me rozó mi trasero con su parte delantera del pantalón, mientras sonreía el muy cabrón, le di un codazo en el estómago y me soltó. -yo solo atiné a contestarle: -bien hecho, yo platicaré con tu mamá y creo que deberías hablar con ella de lo que pasa con José, no sea que un día de estos de verdad se pase de la raya. En ese momento sus pies se cruzaron, se enredaron y se vino de frente, con gran esfuerzo pude atraparla en la caída, no pude evitarlo sus senos quedaron entre mis manos, que turgentes, que delicados, a la vez tan suaves, como pude la reincorporé, ella estaba colorada de la pena, yo solo atine a decirle lo siento, la ayude a entrar y me fui rápidamente. Desde ese día Irina empezó poco ...