1. Mi sobrina


    Fecha: 09/05/2019, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... sorbo largo y el efecto fue inmediato, un calor invadió todo mi cuerpo, bajó desde mi cara hasta los pies pasando por mi sexo. Pedro lo notó de inmediato, terminó su copa y acercándose a mi me besó en la boca, por lo que pude sentir el gusto del vino en sus labios. Luego, me abrió la salidera de baño y comenzó a acariciar los senos y chupar los pezones lo que me hizo calentar más todavía, al mismo tiempo que descendía por mi cuerpo con sus labios, alcanzando mi sexo mientras yo me recostaba en el sofá. Me chupó la sexo con una pasión que nunca había puesto mi marido, abriéndome los labios con su lengua y recorriendo toda la zona desde el ano hasta el clítoris, tomándolo en su boca y lamiéndolo hasta que me hizo llegar al orgasmo en medio de grandes gemidos. Luego de esta primera sesión, me tomó del brazo y me llevó hasta mi cuarto completamente desnuda, allí lentamente le quité la ropa y me dediqué a darle la mejor mamada que él hubiera recibido. Me apoyó la mano en su miembro y me preguntó "¿te parece que es grande?" Yo, sin voz, le contesté que si con la cabeza, al tiempo que cerraba mi mano en torno a su miembro. Pedro se acomodó en la cama y me atrajo hacia él empujándome la cabeza hacia su miembro al tiempo que susurraba "chúpamela". Yo me fui acercando lentamente, guiada por la mano de él en mi nuca y abrí la boca al acercarme a su verga. Me introduje la cabeza de a poco, y realmente como dijo Lina, era enorme y tuve que abrir bien la boca para que entrara,. Sentí ...
    ... como si una brasa caliente me quemara la boca y empecé a succionar esa cabeza mientras mi lengua la recorría, el placer era enorme, mi cabeza estallaba en mil pedazos. Traté de introducirme esa vergota hasta la garganta, pero era muy grande y solamente entró hasta la mitad, por lo que empecé a mover la cabeza hacía arriba y hacía abajo apretando mis labios alrededor de ella lo que le produjo a Pedro gemidos de placer. Al poco tiempo sentí que se iba a venir, yo no sabía que hacer y la saqué de mi boca, pero él me dijo "siga, hágalo acabar y vas a ver que divino es", ante lo cual yo me volví a meter en la boca esa tremenda verga, dura y palpitante, y moví mi cabeza hacia arriba y hacia abajo, metiéndola y sacándola de mi boca, lamiendo la cabeza con mi lengua y sintiendo que se ponía más y más dura, para lograr, al cabo de poco más de un minuto, que Pedro se arqueara y se viniera dentro de mi boca, llegándome hasta la garganta con su leche. Al mismo tiempo que esa cálida corriente se derramaba en mi boca, me decía: "¡trágatela, trágatela!" ante lo cual yo tragué su semen. Luego de un pequeño descanso inicié de nuevo mis caricias hasta ponerlo a punto y ante su gran excitación me tomó por los hombros, me recostó al borde de la cama, tomó mis piernas y las subió a sus hombros quedando al descubierto mi sexo palpitante que recibió lo que había estado esperando con ansiedad y tal era su grosor y tamaño que me llenó totalmente. Sus movimientos rítmicos de mete y saca se acompasaron ...
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