Detenido en una alcabala
Fecha: 10/05/2019,
Categorías:
Gays
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... gusto…. Y me dijo su nombre. Yo respondí el mío, pero no dije mas nada y nuevamente el silencio fue nuestro acompañante. Así permanecimos en silencio de repente el frenó el auto y lo detuvo a la orilla de la carretera. Guardia: Mira te voy a decir la verdad, te vi cuando mandé a detener el autobús, me gustó como me miraste y armé todo esto para conocerte. Me quedé en el sitio, el me tomó por la barbilla acercó mi rostro al suyo y me estampó el beso, al principio suave, luego aumentó la intensidad hasta que su lengua prácticamente le hizo el amor a mi boca. Me derretí, vaya que era bueno aquel hombre. Guardia: Por aquí cerca hay un hotelito, quieres ir?, simplemente asentí sin responder. Y veinte minutos después entraba a una habitación sencilla pero confortable. Yo: puedo desnudarte? Me hacía mucho morbo desnudarlo de su traje de campaña. Guardia: Claro, Solo déjame quitarme esto, se quitó el arma y la coloco encima de la mesita de noche. Me acercó hacia él y me besó nuevamente pero esta vez fue mejor el beso, mordió mis labios, besó mi cuello, y me ordenó desnudarlo. Le desabotoné la camisa lentamente y se la quité, luego la franela que llevaba debajo, su pecho era semi velludo, lamí sus tetillas luego las chupé y mordisquee, me arrodillé y le desabroché la correa y el pantalón, le quité las botas y las medias, y besé los dedos de sus pies, cosa que me encanta hacer y que a le gustó por la manera como suspiró, le quité unas ligas de las botas del pantalón y de un solo ...
... golpe quité pantalón y bóxer blanco. Lo dejé completamente desnudo y no se veía nada mal, su pene estaba medio erecto me lo metí a la boca mientras acaricié sus nalgas, el no protestó, disfrutó mi caricia. De inmediato su huevo adquirió una erección dura, su pene mediría unos diecisiete centímetros y algo grueso, mamé como nunca, lentamente por momentos e intensamente, aquello le encantó. Guardia: Levántate y desnúdate, quiero verte. Al tiempo que se sentaba al borde de la cama. Obedecí de una, me quité los zapatos y medias, luego el sweater que traía para el frio, me quité la franela, el me observaba en silencio, por cierto que no dije que soy moreno, mas alto que el, delgado pero definido, di la vuelta y bajé mis pantalones lentamente, los quité y bajé mi bóxer doblándome hacia adelante para dejarlo admirar mi culo. Había otro detalle mi pene era más grande que el suyo, esperaba que esto no fuera problema. Guardia: Voltéate, Obedecí, el sonrió, observándome de pie a cabeza. Y me haló acercándome, de una se metió mi pene a la boca y me hizo un sexo oral riquísimo, comenzó recorriendo mi huevo y bolas con la lengua, luego lo besó todo, y después lo metió en su boca haciéndolo desaparecer aun a pesar del tamaño. Me volteó obligándome a colocar una pierna sobre la cama y me dio la mamada de culo más rica de mi vida, me lubricó de manera tal con la lengua y después me penetró con la misma, haciéndome ver estrellas. Definitivamente debía compensar aquello, lo obligué a costarse y ...