1. En la playa


    Fecha: 12/05/2019, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... brasier y me sobaba las tetas como si nunca hubiera tocado unas, mientras me decía: - ¡Qué chichona estás!… Las tienes deliciosas, ¡no me caben en la mano!- Cada uno me sobaba un globo y luego sus besos fueron bajando y así ahora cada uno me estaba mamando un pezón. La escena era increíble, ahí estaba tirada yo, tan caliente como una puta, con los pechos al aire, y a pocos metros de mi novio, con dos tipos metiéndome manos por todos lados, y yo estaba fascinada, tantas caricias y besos me habían puesto muy caliente, ya que las caricias no sólo eran en mis tetas sino que me metían mano entre las piernas. Daniel no tardo en quitarme la tanga, abrirme las piernas, puse resistencia pero me las volvió a abrir e inmediatamente puso su cabeza en medio para que no las pudiera cerrar, y empezó a lamerme desde mi ano hasta mi clítoris, la sensación me causaba un escalofrío tremendo, mezclado con placer; yo me retorcía y gemía. Jorge se levanto y se quito el short, y me dejó ver su erecta verga, la acercó a mi cara pidiendo que se la mamara, yo no acepté, sino que aprovechó que abrí la boca, mientras gemía por las mamadotas de Daniel, metérmela. Ya con la verga en mi boca, Jorge se movía metiéndola y sacándola; yo empecé a succionar instintivamente. En un movimiento rápido me cambiaron de posición y me pusieron en cuatro patas, Jorge acostado frente a mí con su vergota bien parada, que tan pronto como pudo me lo volvió a meter en la boca, pero esta vez era yo la que movía la ...
    ... cabeza. Daniel aprovecho la situación para empalarme, y para hacerme sentir una experiencia nueva, pues mientras me metía la verga por la vagina, me clavaba su dedo pulgar en el culo. Los dos terminaron adentro de mí, y quedamos los tres tendidos, luego ellos se levantaron y Jorge me dio un beso en la mejilla y me dio las gracias. Yo me metí al agua para limpiarme el semen, y volví a recostarme, de pronto llegó mi novio, se recostó a mi lado y dijo que me quería tener sexo, yo simplemente le sonreí y le dije que lo había estado esperando. Estuvimos cogiendo como por media hora, yo ansiaba que me penetrara por el culo, porque deseaba tener esa sensación una vez más, pero no se lo sugerí directamente, pero si ondeaba mi culo para que se diera cuenta de la necesidad que tenía de triturar su garrote con mi ano. Hacía movimientos para insinuarle lo que quería pero parecía que no me entendía, paré mis pompas en una invitación directa, pero nada de nada. Terminamos y nos unimos con el resto para irnos a nuestras respectivas casas. Al otro día Jorge me habló, y me invitó para ir a un día de campo ese día, pero pidiéndome que no llevara a mi novio; dudé un poco pero acepté, pues sabía lo que pasaría. A las tres de la tarde llegó a mi casa en su carro, y mi sorpresa vino cuando vi que dentro del auto había cuatro tipos más, todos desconocidos para mí, pero con cara de degenerados. Yo pensaba que sólo iríamos él y yo; en fin. Me subí al auto y el resto ya lo contaré en otra ocasión. 
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