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Esta vez fue diferente
Fecha: 12/05/2019, Categorías: Hetero Autor: afranlecuesta1, Fuente: CuentoRelatos
La relación con mi pareja no atravesaba su mejor momento, pero aquella noche cambió para mejor. No pongo nombres ni especifico lugares para que el lector pueda utilizar su imaginación y rememorar situaciones parecidas con aquellas personas que les han acompañado en sus noches más calientes A mi pareja y a mí nos pusieron en el compromiso de tener que ir a un evento organizado por unos amigos. Lo que nos supuso tener que cuadrar fechas en el trabajo, reservar una habitación de hotel, comprar ropa nueva y trasladarnos a más de 200 kilómetros de nuestro hogar. La tensión entre ambos era palpable, no atravesábamos nuestro mejor momento y por cualquier situación se protestaba. Y las relaciones sexuales también se habían enfriado. Cuando llegamos al hotel, que fue más tarde de lo previsto, tuvimos problemas a la hora de que nos dieran la habitación lo que hizo que la cosa se tensara un poco y cuando conseguimos subir y comenzamos a vestirnos recibí una llamada de teléfono que hizo que estuviera hablando unos 45 minutos. Mi pareja se enfadó otro tanto y como en el hotel coincidimos con otros invitados ella aprovechó para marcharse a la celebración sin mí. Cuando llegué me puse a buscarla ya que las mesas tenían los puestos asignados. Encima nos habían separado. La localicé y le dije dónde estaría yo sentado y aunque su cara no era de buenos amigos creo que le hubiese gustado estar sentada conmigo que con la pareja que le colocaron junto ella. La comida fue discurriendo normal, muy ...
... tranquila, y más en la mesa que me tocó, gente joven que no soltó el móvil en ningún momento, y lo mejor que estaban chateando entre ellos. Un par de ellos no comió nada, los camareros se llevaban los platos sin que los hubiesen tocado. Por suerte para mí en cuanto uno dijo de irse la mitad de la mesa se levantó y se marcharon y aunque a solas preferí comer así que con ese grupo de autómatas. Mi pareja vino hasta mi mesa y se sentó junto a mí. Me preguntó que si me había gustado la comida y yo le pregunté que qué tal la compañía que le había tocado y me dijo que insoportables, querían tener razón en todo y no paraban de discutir con todos y por todo. Yo le conté mi peripecia con el personal con el que había compartido mesa y mantel cuando se nos acercó el anfitrión con su esposa para ver cómo nos había ido, que por qué habíamos llegado tarde y para disculparse por tener que separarnos, que no les quedó más remedio y que tratarían de compensarnos con un trozo de tarta más grande. Así entre bromas mantuvimos una conversación de unos 15 minutos y ya algo más relajados fuimos en busca de unos amigos donde estuvimos de tertulia y tomando café. De vez en cuando nuestras miradas se cruzaban y aunque en un primer momento nos evitábamos volvíamos a buscarnos. Aunque estábamos separados nos unimos a través de nuestros ojos y creo que incluso llegamos a aislarnos del resto de la fiesta. La velada continuó hasta tarde y es que el sitio acompañaba a que así fuera, unos jardines preciosos y ...