1. Arreglando la bodeguita


    Fecha: 13/05/2019, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Slim Pantyhose, Fuente: CuentoRelatos

    Papá decidió arreglar la bodeguita que tenemos en casa, fue por eso que mando traer a dos albañiles quienes fueron los que hicieron todo el trabajo durante casi un mes. Así es que, lo que les voy a contar duró casi 15 o 20 días. Fueron días muy calientes y yo salí involucrada en todo eso. Llegaron a casa a trabajar dos albañiles; uno de ellos era el jefe, un señor medio gordo como de la edad de papá, más de cuarenta años y me parece que el muchacho era su sobrino o bien, su hijo. A ciencia cierta no lo sé, pero entre ellos se hablaban con tanta familiaridad como lo hacemos en casa. La verdad es que el señor me repugnaba un poco, su apariencia para nada era adecuada, que se entiende, finalmente albañiles. El chavo era flaco, pero también con un aspecto de malandrín, nada que ver con la apariencia que presentan los chicos de mi colegio. Papá sale de casa muy temprano, de hecho él es quien nos lleva al colegio a mi hermano y a mi. Su hora de regreso es hasta después de las 7 de la noche, pues trabaja hasta la zona de Indios Verdes, entonces le queda un poco lejos la casa del trabajo. Unos días después de que los albañiles comenzaron el trabajo, comencé a notar que la apariencia de mamá era algo distinta. Dejó de usar sus pantalones de mezclilla para vestir casi a diario con faldas y una que otra vez, la vi vestida con sus shorts de mezclilla, pero no veía yo raro, hasta que, una vez, a la hora de la comida, cuando regresábamos del colegio mi hermanito y yo, la vi muy sonriente. ...
    ... De repente, un día vi que mamá estaba vestida con una falda algo corta, unos zapatos de taco alto y traía puestas unas pantimedias. Cada vez que se acercaba a los albañiles para ofrecerles agua o la comida ella regresaba a la cocina muy sonriente, entonces me percaté de que probablemente al señor le gustaba coquetearle a mamá, y no me equivoque. Desde mi cuarto que tiene un ventanal grande al patio y que es del otro lado que está la bodega, me daba cuenta de las actitudes de mamá. Me daba pena pensarlo, pero yo pensaba, porque mamá toma esas actitudes con ellos y no con papá, acaso será que mamá es media puta? Con el paso del tiempo, pude entender que a ella no le ponía mucha atención al señor, sino más bien al muchacho, que me imagino debió haber tenido unos 20 o 22 años. A él lo mandaba a traer a la cocina para que le ayudara con algunos detalles. Mamá ha de haber pensado que yo no me daba cuenta, pero era bien obvia, la mandaba traer para que le acomodara las sillas, la mesa, que le bajara algunas cacerolas o cualquier cosa, pero era muy atenta con el chavo. A mi, la verdad es que el chavo me daba asco, pero más su papá. Un viernes, recuerdo que había hecho algo de frío y para irme al colegio me puse una mallitas blancas, que por cierto eran nuevas. Me ajustaban bien a las piernas y mi falda, con algo de vuelo por las pocas tablas que tenía se movía bonito. Soy algo chaparrita, pero delgada y con las mallas, siento que tomaban algo de volumen mis piernas; no para sentirme ...
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