La vendedora
Fecha: 01/11/2017,
Categorías:
Lesbianas
Autor: kiko, Fuente: CuentoRelatos
Eran las once de la mañana, de un martes soleado de Junio de 1977, en Villagarcía de Arosa, una ciudad de Galicia. Lucía, una mujer de 30 años, de 1.70 de estatura, morena, delgada, de ojazos negros, cabello negro, recogido en un moño. Y que llevaba puesta una falda azul y una blusa blanca, bajo la que había unas grandes tetas, y que calzaba zapatillas marrones de andar por casa, estaba sentada en un sillón de la sala de su piso mirando en la tele un programa del corazón. Sintió el timbre de la puerta de su piso. Fue a abrir. Echó una ojeada por la mirilla y vio que era una joven. Abrió y la vio de cuerpo entero. Era una joven rubia de unos 20 años, de ojos verdes, delgadita, más alta que ella. Vestía una minifalda marrón, muy cortita, que dejaba ver unas piernas perfectas, y una blusa blanca, escotada, que dejaba ver el canalillo de sus tetazas. Calzaba con unos zapatos marrones de tacón alto. Tenía una sonrisa preciosa y traía un maletín en la mano derecha. -Venda lo que venda, no estoy interesada - le dijo Lucía. -Permítame que me presente, me llamo Rosa. Soy vendedora, y por el mero hecho de ver mis productos se llevará, gratis, el que más le guste. Le extendió la mano, Lucía, se la estrechó. La palabra "gratis", siempre resulta atractiva, y Lucía, picó. -Pase, a ver que trae ahí. Rosa, que así se llamaba la vendedora, al llegar a la sala, se sentó en un sillón. Lucía, después de apagar la televisión, se sentó enfrente de ella. Las separaba una mesa. Rosa, puso el maletín ...
... sobre la mesa. Lo abrió y le enseño a Lucía su contenido. Lucía, al verlo, se tapó la boca con una mano, Lo que había visto eran consoladores, vibradores y cremas y una pequeña caja, que era un reproductor de cds. -¡Jesús bendito! ¿Esto es lo que vende? -Sí, y si habla con sus amigas y hacemos en su casa una reunión de tapper sex, se llevará una comisión. -Mis amigas son mujeres decentes... -¿Nunca hablan de sexo en sus reuniones? -Mujer, alguna vez... -Alguna mal follada se desahoga. -Dicho así... -¿Es usted una mal follada? Lucía, se cabreó. -¡Mi vida privada no es de su incumbencia! -Es una mal follada. Hay millones en España... Al oír las palabras de Rosa, Lucía, se tranquilizó e hizo bueno el dicho: Mal de muchas, consuelo de tontas -¿De verdad? -De verdad de la buena. A Lucía, le entró la curiosidad. -¿Y se meten esos penes de plástico tan grandes? -Todo es empezar. -¿Y esa cajita qué es? ¿Es alguna suerte de vibrador? .-En cierto modo sí. Hace mover el esqueleto, Rosa, cogió un pequeño vibrador, -Este es un vibrador, es pequeño y está diseñado para estimular el punto G. Tiene mando a distancia y tres marchas. -¿El punto qué? ¿Marchas de qué? Rosa, cogió en el maletín un tubo de lubricante. -¿Cómo se llama usted? -Lucía. -Lucia, hay que poner esta crema en el sexo y después en el vibrador... -Ya, pero, ¿qué es el punto G? -Está a unos 5 centímetros de la entrada de la vagina, -¿Y? -Y si la mujer lo estimula bien puede llegar a eyacular, antes de llegar al orgasmo. -Ya, ...