Con mi prima Paloma (2)
Fecha: 15/05/2019,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... perdonara, que ella quería ser mi mujer por completo y que fuera yo el primero que la penetrara y no mi hermano. La senté sobre mi pito, mi pecho contra su espalda y la abracé fuerte mientras la seguía besando. Abrí sus piernas y con mis dedos índice y anular le abrí su panocha sin dejar de besarle la boca. Estaba más mojada aun que hace rato y comencé a jugar su rajita con mi dedo, ella movía su cadera y apretaba su culito contra mi pene y yo la tenía tan dura que sentía que se la encaba en su ano. No tuve que maniobrar mucho, estaba tan mojada que mi dedo casi se resbaló hacia dentro, volvió a brincar pero en esta ocasión no la iba a dejar ir. Con mi otra mano la apretaba contra mí, mordía sus labios y le comía la boca. Le metí el dedo lo más que pude y ella parecía quejarse, no supe bien porque tenía su boca tapada con mi boca. Se retorcía como si quiera zafarse pero no la deje, moví mi dedo dentro de ella con movimientos circulares y después empecé a sacar y meter mi dedo. Cada que entraba ella brincaba, yo lo hacía despacio para no lastimarla tanto y ella de tanto que se movía tenía mi pito entre sus nalgas, después de un rato con el mete y saca parecía que ya se había acostumbrado y entonces empezó a mover la cadera buscando más placer. Había tanto jugo escurriéndole que me atreví a meterle otro dedo más, dio un gritito y se arqueó hacia mí. Yo le chupaba su espalda, su cuello y mordía sus hombros, sentía mi pito palpitando en sus nalgas, seguía penetrándola con mis ...
... dedos medio y anular y con el pulgar sobaba su clítoris, sus gemidos eran cada vez más fuertes y excitantes, ya no parecían los de una niña de 10 años. -¿Ves como si estabas lista? Ya no solo eres mi novia, ahora eres mi puta, eres mi putita, dilo. Le susurraba al oído mientras le mordía su oreja. -Sí, sí, soy tu putita primo. -Pero nada más eres mí puta, solo yo te puedo coger. -Sí primo, yo soy tu puta, hazme lo que quieras. Y pude sentir como se corría, su cochito estaba hinchado palpitando y sus piernas temblaban. Se dejó caer sobre mí bastante cansada. Me levanté del sillón cargándola y la acosté en orilla de la cama, me paré a un lado de ella con mi verga bien erecta y de inmediato supo lo que tenía que hacer. Abrió su boca para que se la metiera, entendí que estaba muy cansada así que esta vez fui yo quien hizo todo, aunque ya me faltaba muy poco para venirme. La follé un poco por la boca con una pie en el piso y la otra pierna recargada sobre la cama, terminé en su boca y vi como con dificultad tragaba, dio arcadas y se la saqué rápido pensando que vomitaría. Pero no fue así, solo se levantó con la cara llena de una mezcla de lágrimas, saliva, mocos y semen. Le di un beso en la frente y le dije: -Vete a bañar y duérmete pero en tu cuarto, yo también me dormiré. No le digas nada a Fausto porque también va a querer y recuerda que eres solo mía puta. Dilo. -Sí Fernando, soy solo tuya, soy tu puta y nada más tú me vas a coger. Tuve que ayudarla a levantarse, bañarla y ...