Verano inolvidable - Relatos Eróticos

Verano inolvidable

Pues nada, esto ocurrió en verano, yo tenía unos 13-14 años, no recuerdo bien. Era una niña normal, del montón, poco me interesaba el sexo, habí comenzado a curiosear con revistas y libros que tenía mi hermano pero aún no llegaba a fascinarme como ahora.Yo veraneaba con mis padres en un pueblecito entre la montaña y la costa, la casa era de una amiga de mi madre y cada año íbamos allí. Es un pueblo pequeño y algo aburrido hasta aquel verano.Yo como cada tarde salía con mi bici a dar una vuelta, siempre pasaba por las mismas calles y las mismas casas, al pasar por una de ellas escuché unos ruido (ahora se que eran gemidos de placer) y me paré a mirar, no me lo podía creer, una mujer desnuda con unos pechos increíbles unos pezones bien grander, sentada con las piernas abiertas y un perro lamiéndola, la mujer gritaba de placer y yo allí en la ventada mirando cómo ese perro se la tiraba.Durante el rato que estuve mirando me excité, en mi vagina sentía un cosquilleo que antes no había experimentado, cogí mi bici y me volví a casa.Hubo un problema en casa y mis padres tuvieron que irse, así que me quedé sola con la amiga de mi madre, ya por la noche despues de la ducha me fui a dormir, en la habitación que me tocaba siempre hacia mucha calor así que solía dormir sin ropa, no se porqué comencé a recordar a la mujer y al perro y sin darme cuenta me estaba tocando y dándome un placer que no sabia que me podia dar, me notaba bien húmeda y mojada, al abrir los ojos la amiga de mi ...

... madre estaba sentada en la punta de la cama desnuda, tenia unos pechos grander, redondos con unos enormes pezones, yo me quedé como una tonta mirándola y ella me cogió la mano y me chupó los dedos mojados, me dijo que tenía un sabor muy rico, me abrió las piernas y metió su cabeza, noté como su lengua lamía mis labios, como los separaba y lamia toda la humedad que tenia, yo no podía dejar de respirar cada vez más fuerte, de vez en cuando me salía un gemido tímido, sin esperarlo me salió un gemido más fuerte cuando me comenzó a chupar el clítoris, lo chupaba despacio, saboreándolo, notaba mis muslos húmedos.Comenzó a tocarme a la entrada de la vagina intentando meterme un dedo, le pedí que no (yo aún era virgen) ella comenzó a darme lengüetazos en mi clítoris que me hacían gritar, mis pechos estaban duros, su dedo jugaba en la entrada de mi vagina y su lengua en mi clítoris, mi cuerpo se estremecía y sin darme cuenta comencé a tener un espasmo y me corrí. Ella se levantó y se acercó a mi boca, me besó dulcemente en los labios, sentí mi sabor y mi olor que me excitó aún más. Ella se sentó delante de mi abriendo sus piernas y comenzó a masturbarse, tenía un coño precioso grande rojizo, estaba todo mojado y con hilos blancos de sus jugos, ella se metía tres dedos y los sacaba cada vez más rápidos y cada vez gemía más, se los metía en la boca y volvía a metérselos dentro de ella, sus pezones estaban bien duros, yo paralizada no sabia que hacer, una parte de mi quería tirarse y probar ...