Un marino. Una fantasía hecha realidad
Fecha: 18/05/2019,
Categorías:
Gays
Autor: Angelraga, Fuente: SexoSinTabues
Quien no ha soñado, morboseado y masturbado, pensando en un uniformado ya sea soldado, policía, marino, un simple vigilante, y es que más allá del cuerpo, es el uniforma lo que los hace atractivo, y es que el morbo de saberlos varoniles levanta las más bajas pasiones. En mi caso, puedo decir, fantasía hecha realidad Que tal amigos lectores de sexo sin tabúes, si no me recuerdan, me presento de nuevo, mi nombre es Ángel, soy originario de Cárdenas, Tabasco, México tengo 26 años de rol Inter (pero da la casualidad que los relatos que he escrito siempre son, yo de pasivo, ya que son las más excitantes momentos que me han pasado. ) Físicamente soy de cuerpo robusto, mido 1. 86 llenito, muy nalgón y algo “vergon” como decimos por acá, 19cm de largo y bastante grueso, si gustan contactar sin problema podemos intercambiar fotos. El relato en cuestión, sucedió en el mes de mayo de 2016, con un uniformado trabajador de la marina de nombre Víctor, 39 años, cuerpo totalmente marcado y semivelludo, aproximadamente 1. 75m de estatura, moreno piernas gruesas y un pene de 17 cm muy chambeador jejeje . Todo inicia un sábado alrededor de las 5:00 pm, por cuestiones personales, llego 3 veces a la semana al hospital a llevar a un familiar, y tengo que esperarlo hasta las 9 o 10pm por lo regular, en frente de dicho hospital, existe un hotel, no sé si el mejor, pero si el más conocido y semilujoso. Cabe mencionar que en Cárdenas se encuentra un batallón de infantería, y por ser el mes de mayo ...
... donde se conmemora la batalla de puebla, se hacen ciertos actos cívicos, donde se repleta de soldados, marinos etc. Estando en el hospital pues al ser muchas horas de esperas, siempre salgo a la calle a tomar algo de aire me siento en una bardita y mis audífonos a todo volumen y a esperar, como mencione anteriormente el hospital colinda con el hotel, estando yo sentado en la barda, mis ojos se fueron de izquierda a derecha y viceversa al ver un grupo aproximadamente de 8 personas uniformados, eran soldados otros marinos. Mi morbo y excitación empezó de la nada, y no sabía disimular mi mirada, ellos entraron al hotel y para mi buena fortuna, se pusieron justo enfrente de mi pero en la parte superior del hotel donde se localizaba un balcón, iniciaron a hacer platica a reírse, y a destapar cervezas, mi mirada se fijó exactamente en él, en Víctor, y no me dejaran mentir, pero un maduro en uniforme de ese tipo levanta las peores fantasías. A lo lejos sólo veía sus brazos marcarse en esa solapa ajustada, intentaba contener mis miradas pues uno nunca sabe cómo reaccionaría una persona al sentirse acosada visualmente. Mis piernas y corazón se aceleró cuando el volteó a mi dirección, su boca dibujó una leve sonrisa y levanto la lata de cerveza en señal de “Salud”. Sus amigos tiraron carcajadas, me hizo seña que si quería subir con ellos, en ese instante esquive la mirada he hice una seña de agradecimiento y dije que no. Seguí con mi música, pasaron un par de minutos, horas no sé, al ...