1. LA CABRONA DEL BAR


    Fecha: 18/05/2019, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... intensamente, sentí en su boca el gusto a tabaco, alcohol y quien sabe que más, su lengua entro y la succione con fuerza. Los dos hacíamos agua por el calor intenso y la excitación. Ya me dijo ahora te quiero ver, me empujo suavemente para que me retirara, se sentó en la cama usando como respaldo la pared; se abrió de piernas se metió un dedo en la vagina y se acaricio los labios vaginales y luego lo chupo, ven me dijo esta muy rica. Ese gesto me excito aun más, me acerque a ella y fui a su boca para besarla, ella me metió el dedo que se había metido en la vagina en la boca, sentí su sabor antes de chuparla. Le puse mi miembro erecto cerca de su boca y le dije dale una chupada, lo hizo maravillosamente por un rato. Luego me tomo la cabeza con las dos manos y con fuerza me la bajo y me dijo, quiero que me chupes hasta que te diga que pares y baje su intimidad total, cuando quede de frente con su vagina quede impresionado, producto del calor y la transpiración, estaba muy húmeda diría que mojada, emanaba un olor rancio, sus labios vaginales eran gruesos y los pocos pelos que tenía le daban un aspecto extraño a su vulva, era una vagina enorme, nunca había visto algo tan grande, parecía que me iba a comer vivo. No me importo el olor que salía de ella y su tamaño, chupe y succione como nunca esa vagina vieja y usada, por un instante al comenzar casi me dio asco el olor y lo jabonosa que estaba, pero seguí, se me fue olvidando, no tenia gusto. Le chupe los labios vaginales un ...
    ... buen rato, le pasaba la lengua de arriba abajo cada cierto momento, le ubique el clítoris y lo saque hacia afuera. Nunca había visto un clítoris tan grande en una mujer, era un pene chico. Primero quede como impresionado, luego reaccione y lo metí en mi boca y lo succione como un loco, con una mano le apretaba una teta, ella en ese instante comenzó a gozar, sigue me dijo y seguí chupando ese clítoris, en la locura del momento, le metí un dedo en el ano y ella enloqueció. Entonces succionaba el clítoris, con la mano izquierda le apretaba una teta y con los dedos medios de la mano derecha se los metía en el culo. Estuve en eso por lo menos unos treinta minutos, no se iba nunca la cabrona. Su vagina casi hacia espuma, salían unos olores intensos que no sabia que existían de su vagina y de su ano. En un momento saque los dedos del ano y salió olor trasero y los volví a meter con fuerza, cuando ya estaba que no daba más de cansado, sentí que sus gemidos se hacían más intensos, comenzó a gritar como una loca desesperada, me costaba retener el clítoris en mi boca y los dedos en el ano cuando se movía, sus piernas me golpeaban la espalda, aguante y aguante quería que acabara bien la cabrona, hasta que por fin acabo, su grito de placer final fue intenso, brutal y con largos espasmos, me tomo con las manos la cabeza y en la locura del momento restregó mi cara en su vagina de arriba abajo, hasta que de a poco se fue tranquilizando. Jadeaba mucho y luego me aparto. Me senté a su lado en la ...
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