LA CABRONA DEL BAR
Fecha: 18/05/2019,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... estaba hecho un asco. La cabrona me dijo que solo me había prestado el culo, considerando el placer que le había dado y que pocas veces lo había prestaba. No me cobro nada como creía que lo haría. Cuando salí del bar amanecía y el sol medio de frente. Nunca más volví a ese pueblo. Eso si, le tome unas fotos con el celular que ella me permitió tomarle; cada ves que me acuerdo de la cabrona veo las fotos de su trasero y sus tetas y la mayoría de las veces me masturbo mirando sus fotos, pensando en la noche de locura que pasamos. mujeres, negras, blancas, mulatas, asiáticas, chicas, altas, jóvenes y viejas, flacas y gordas, casadas, solteras, viudas y divorciadas; todas tenían algo que me gustaba, una jugosa vagina y un trasero. Con ese concepto nunca me ha faltado mujer haciendo mis viajes de trabajo más agradables, tenía un talento especial para detectar las mujeres que necesitaban sexo y siempre me las ingeniaba muy bien. Con el pasar de los años no lo puedo negar, había adquirido un gusto especial por las mujeres mayores, feas y gordas, no sabría explicarlo de manera lógica, pero me hice el gusto por estas mujeres en total contra posición de mi propia señora, que es delgadita y muy bonita, pero sucumbía ante las amplias caderas, los traseros con celulitis y los senos grandes, pero también porque estas mujeres son muy necesitadas de sexo, que cuando lo encuentran son esplendorosas y no le tienen asco a nada y les gusta experimentar una serie de cosas que con otras mujeres de ...
... otras características no aceptaría de buenas a primeras. Cada vez que podía me empeñaba con estas mujeres y siempre eran un tiro seguro; al principio algunas no te creen, ya que saben que son gordas y feas, pero cuando entienden que uno las disfruta y las desea son un cohete. Disfrutaba las inmersiones que hacia en estas mujeres, adoraba ponerlas boca a bajo en la cama y disfrutar de sus grandes traseros besándoselos y restregando mi miembro en ellos, para mi es lo máximo y muchas veces solía terminar con ellas de esa manera luego de haberlas hecho acabar. Tenía una linda colección de fotos muy bizarras de estas mujeres desnudas, que eran una verdadera obsesión para mí. Mientras más grande y fea la mujer, más me excitaba. Pero no le hacia asco a las otras, solo que las elegía en lo posible en mis recorridos. Recuerdo una experiencia que tuve hace unos años a tras y es por la cual escribo este relato que fue increíble y lo recuerdo como si fuese ayer. Me toco pasar por un pueblo perdido muy lejos de la carretera en plena selva; el agente que tenia que hacerlo no podía y se me dio la indicación y tuve que ir. Llegue a eso de las 18:00 hrs, ubique como siempre una pensión barata cerca de la plaza; el calor era de locos con una humedad del 100 %. Di una vuelta y me di cuenta que era un pueblo muerto poco y nada pasaba, volví a la pensión y le pregunte al muchacho que atendía la recepción, adonde se podía ir para encontrar unas buenas cervezas heladas, al único lugar que hay es el ...