Chantaje a mi puta perra III
Fecha: 20/05/2019,
Categorías:
Dominación
Incesto
Autor: sireleo, Fuente: CuentoRelatos
Relato irreal y totalmente fruto de mi imaginación -Susana.-Sigue PUTA, sigue comiendo, ufff, SEÑOR no se ya las veces que esta PUTA, me ha hecho correr, ufffffffff. Yo seguí desayunando con tranquilidad, bueno no tanto, pues la GUARRA de Raquel lo estaba haciendo muy bien. En eso estábamos cuando llamaron al portero automático por lo que hubo un pequeño silencio -A ver PERRA, mira ver quien es -Isabel.-Si SEÑOR Se salio del coño de la PUTA de su hija y poniéndose de pie fue a contestar -Isabel.-Diga? Este el es final de la segunda parte de esta serie de relatos, os aconsejo leer las dos primeras partes para poder seguir bien la trama. -Ceci.-Señora soy Ceci, me abre? Ceci es la asistenta de Isabel y también de su hermana Raquel, ya que entro de muy joven al servicio de los padres de estas dos PERRAS, cuando llego a España procedente de Colombia. Isabel me miro con cara de angustia y a la vez de suplica. -Ábrele PUTA, tengo ganas de conocerla. Y así era pues aunque la había oído hablar más de una vez con mi PERRA Isabel, jamás la había visto y hasta en mi mente yo tenía dibujada a una mujer mayor que mi PERRA. -Isabel.-Por favor Señor escóndase y déjeme que le diga que se vaya, por favor. -Si claro que me voy a esconder pero primero quiero que la invites al café, pues tengo ganas de conocerla PUTA. -Isabel.-Gracias Señor. -Y tu PERRA, (por Raquel), vente conmigo. Fue a recoger su ropa. -La ropa se queda donde esta. Ella no dijo nada e Isabel me miro e iba a decir algo pero ...
... cuando vio mi cara solo se limito a agachar la cabeza, mientras Susana se volvía a poner el albornoz, En eso que sonó el timbre y MI PUTA, abrió la puerta, yo siendo un poco previsor cuando sentí llegar el ascensor me fui a la mirilla de la otra puerta para ver por primera vez a la famosa Ceci. Y lo que vi, me hizo ver lo equivocado que estaba respecto a ella, pues aunque no era una belleza, tampoco era lo imaginado por mí. Unos cuarenta y tantos, que luego supe que eran cuarenta y cinco, uno sesenta más o menos unos kilos de más pero sin pasarse, pelo castaño y largo, su ropa aunque al principio no se veía bien, pues llevaba un abrigo hasta la rodilla, si que aprecie unos leguis de color negro, y unas zapatillas de deporte y calcetín de colorines. -Buenos días Señora (educada si que era), hola Susana, a esta la saludo con afecto, no me acordaba que tu madre me dijo que venias hoy. -Isabel.-Buenos días Ceci, ahora te iba a llamar, para que no vinieras. Yo me moví un poco para poder observar mejor, pues había dejado una rendija en la puerta que da al salón, pues como los cristales de la puerta eran biselados pues no se aprecia bien. Observe también a Esther que estaba aun en estado de shock, como pensando en manos de quien había caído. Al entrar Ceci y ver la blusa los pantalones y la braga de Esther, aunque claro esta pensaría que era o de Susana o de Isabel, esta fue a recogerla y hay dio un pequeño vuelco la situación. -Susana.-Quieta Ceci, no lo recojas tú, lo va a recoger ...