1. Elena: Capítulo II


    Fecha: 21/05/2019, Categorías: Fetichismo Autor: Haldron, Fuente: xHamster

    ... más y más calor, hasta llegar a un punto que casi quemaba y que a la vez era muy placentero. Me encontraba en éxtasis. Pronto llegó a mi enorme barriga y debido a su ya colosal tamaño tuvo que echar un poco más del misterioso líquido, que afortunadamente se extendía sobre mi panza de manera soberbia. Mis michelines subían y bajaban viscosamente gracias a la destreza de Elena como un mar de grasa.Cuando terminó con la barriga, salto a la cama, me abrazó por detrás y me agarró de los pechos. He de reconocer que pasar de tener unos pectorales perfectamente definidos a tener unas pequeñas tetas había sido bastante placentero, ya que disfrutaba mucho tocándomelos y pellizcándome los pezones cuando Elena no me veía.-Vaya, parece que a la vaquita le están engordando las tetas. Mmm… seguro que las tienes súper sensibles ahora que te han crecido tanto.Inmediatamente empezó a retorcerme los pezones al tiempo que me masajeaba las tetas. Era una sensación única que no había sentido hasta ahora. Una ola de placer inundaba mi cuerpo, y debido a eso empecé a gemir ...
    ... suavemente.-Y también parece que le gusta que le ordeñen… pues si te ordeño mucho, se te van a poner del tamaño de ubres. Y ahora date la vuelta, quiero ver ese culo gordo que tienes.Obedecí sin rechista y me puse boca abajo en la cama. Se puso a horcajadas entre mí y empezó a masajear mis glúteos. Estar todo el día sentado también ayudaba a que mi culo haya crecido más de lo normal, entendiendo por normal ser cebado la mayor parte del día. Todo era tan placentero que mi erección no podía aguantar más, y ella lo sabía.-Date la vuelta ya, cari.Me recosté y mi polla palpitante saludó a Elena, que lentamente pero sin parar empezó a sacar de mis calzoncillos para empezar a pajearla con el aceite sobrante del masaje. Después de un par de minutos no tardé en eyacular abundantemente sobre la cama. Elena se apartó el pelo de la cara y me dijo con un tono pícaro:-No ha estado mal, nada mal. Eso sí, échate una siesta, porque la siguiente parte de la sorpresa viene esta noche.-Me pones perrísimo, Elena.-Je, lo sé –dijo mientras se desvanecía por el marco de la puerta. 
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