ROMAN Y SU SILLA DE RUEDAS - Relatos Eróticos

ROMAN Y SU SILLA DE RUEDAS

... tu cuerpo, todo. El sabor de tu guasca y el olor de tu pija sucia. -Es que no tengo piernas…. yo antes…. -Y? Yo te conocí así y me gustás así. Capaz con piernas no nos dabamos bola. -Bueno…. andá a la cama que no quiero que me veas como me muevo. -Tranquilo, yo me acuesto y miro a la pared. Cuando llegó a la cama yo estaba de espaldas a él. Se me arrimó y me apoyo. Estabamos los dos desnudos. Él me dice -Necesito besarte y un rato largo. Necesito que me toques todo, salvo las piernas, eso no me gusta. -Bueno, pero no enciendas la luz que a mi me da vergüenza. Lo que quería era asociarme con su comodidad. Me di vuelta y comenzó a besarme y lo acomodé encima mio con todo su peso y le dije -Me gusta mucho -Qué? -Tu aliento y el sabor de tu saliva. Me das más? Así hizo y me pasó saliva espumosa. Esa boca era algo delicioso. No me imaginaba a la mañana. Uf El pene de Román estaba muy duro. Lo acomodé para que estuviera boca arriba y empecé a lamerle los sobacos hasta lavarlos y dejarlos casi sin aroma, seguí con los pezones y me apuró a bajar. Volví a engullir el pedazo y me pidió que apreté los huevos. Comenzó a cojerme la boca y acabó y acabó y acabó de nuevo. -Gracias pa! Sabés el tiempo que hace que no hago esto. -Y recién arranca la noche Román. Vos vas dos polvos. Ayudame . Tocame los pezones que me hago una paja. Arrimate que quiero olerte la boca ...

... y quiero saliva y si hay algo más mejor. Hizo más que eso y fue pasando saliva a mi boca y carraspeó y escupió en mi boca un pollo muy rico. Le pedí un abrazo y se me trepó encima. No tardé mucho en acabar mientras él me respiraba cerca de la nariz. Lo abracé con brazos y piernas . Así de frente nos quedamos descansando y acariciándonos. Le pedí que se recueste boca arriba, me subí encima de él pero al revés, con mi cara en su pija y mi culo cerca de su boca. Él entendió y comenzó a darme cachetadas suaves a besarme el culo olerme el ojete y lamerlo, luego metió la lengua dentro más y más. La pija se le puso dura y le dije. -Cojeme Román -Sí pa Me puse boca arriba levanté las piernas. Él encima mio empezó a meter la pija. No muy gorda ni muy grande, era normal y me gustaba que fuera fácil así disfrutábamos los dos. Llegó al fondo enseguida y yo gemía y gemía y le pedía más y más. -Escupime Román en la cara -Vos también -Dame cachetadas suaves. Así papi, que lindo. Cojeme fuerte que estoy por acabar. -Vamos juntos, vení besame besame, así eso amor ahí voy…. ahhhhh Acabamos juntos y quedó ahí muerto sobre mi. Yo acariciaba la espalda suavemente. Él me dice al oído. -Se me aflojó el cuello -Y a mi el orto -Me gustás mucho pa -Y vos a mi Román -Te quedás a dormir? -Sí. Quiero amanecer con vos, olerte la boca y desayunar guasca de marido hombre macho alfa.