Delicia de los Dioses
Fecha: 02/11/2017,
Categorías:
Hetero
Autor: cckitti, Fuente: RelatosEróticos
DELICIA DE LOS DIOSES Madrid, 18:30 de una calurosa tarde de pleno mes de agosto. Hace ya dos días que tengo el aire acondicionado estropeado y el dichoso casero no se digna a aparecer a repararlo como prometió. Estoy empapada, sentada en el sofá ojeando unas fotos en mi iPad y ahí está, Marco, mmmm, Marco. Mi temperatura corporal acaba de aumentar 10 grados al menos. Marco es el dios del sexo que conocí este mes de Julio en Calahonda, un pueblecito de la costa de Granada donde pasé junto a unas amigas las vacaciones de verano. - Vaya nochecitas me hiciste pasar Marco! Recuerdo una noche en especial, me llevó al barquito de unos amigos que tenían fondeado en la cala de Calahonda. No era muy grande, pero tenía un camarote con una cama, eso nos bastaba. Había motado en cubierta una mesita con velas y unas flores, dos platos con pescado y verduras y una botella de Rueda (Vino blanco) fresquito. Cuando cenamos, me llevó a la cabina del barco, donde empezó a quitarme la ropa despacio y susurrandome al oído: -Bella, hai rubato il mio cuore. No entendía nada, pero ese acento italiano me ponía a cien. Comenzó a besarme el cuello mientras me sujetaba el pelo con una mano y jugueteaba con uno de mis pezones con la otra. Comencé a gemir, ya me tenía donde quería... Bajó poco a poco hacia el pecho forjando un camino con la lengua, que me erizaba la piel. Cuando llegó al pecho derecho, mientras seguía torturando el izquierdo con sus dedos, atrapó el pezón con los dientes, lanzándome una ...
... descarga de placer que rozaba el dolor que me cegó de lujuria. Sin pensarlo dos veces me tiré a la cama ovalada del camarote tirado a la vez de él. Le arranqué la camiseta y le bajé las bermudas de un tirón. Debajo no llevaba nada y allí estaba, en todo su esplendor un jugoso pene del color de la canela, erguido y exigiendo ser devorado. Se me hizo la boca agua, no podía apartar la mirada de tan apetecible manjar. Sin darme cuenta ya estaba abriendo la boca y sacando la lengua para humedecer mis labios y alargando la lengua para lamer la punta. Alargué la mano para atraparlo y en ese momento noté las manos de Marco abrir mis piernas e introducir sus dedos dentro de mi tan rápido que se me escapó un gritito de la sorpresa. - Oh! - Te hice daño? - No, no... No me lo esperaba... No pude decir mas, comenzó a besarme y a recorrer cada hueco de mi boca con la lengua mientras movía los dedos dentro de mi. La sensación que noté no era como en otras ocasiones, no se parecía en nada a la que sentí cuando otros hombres o yo misma me masturbaba (Si, una chica tiene sus necesidades). Con la palma de la mano apoyada en mis labios y los dedos flexionados hacia arriba, entraba y salía con rapidez (ahora sé que la sensación era porque me rozaba el punto G) y yo no paraba de gemir. Estaba cegada y anulada mentalmente por la explosión de sensaciones que me hacía sentir, solo podía pensar en el placer que me producía y en llevarme a la boca aquella polla de una vez! El estaba junto a mi cadera de ...