DOMINANDO A DOS ZORRAS - Relatos Eróticos

DOMINANDO A DOS ZORRAS

... esta vez los engañé yo, quedé con los dos esa tarde tras yo salir del trabajo una o dos horas despues no recuerdo, en pleno junio, de dias largos, sta vez, dejé que llegaran ellos antes, los vi a los dos uno sentado en una mesa de la terraza otro en otro sin imaginar que ambos estaban citados conmigo. Me senté con el mas joven, pues no me fiaba que se fuera al darse cuenta, el otro me miró, extrañado, cuando le indiqué se acercara, dudó pero lo hizo, tal como predije, fue un momento, muy interesante para mi cuando presenté a los dos, se quedaron mudos, pedí, cuando se alejó el camarero, inicié una conversación trivial, no me interesaba para nada la conversación ni lo que ellos opinaran solo era para acostumbrarlos a la presencia del uno al otro, pues no pensaba decirle nadas hasta el final de la cita, no al principio, eso es un enorme fallo hay que dejar que "las zorras jugueteen" entre ellas se acostumbren se confien, de ahí pasamos a otra conversación entre medias daba yo alguna "pincelada" de temas de sexo pero corto rapido, con sonrisas de ellos, se alargó bastante la cita, no me importaba cuanto mas tiempo mejor, ellos fue quien la cortaron por que se les hacia tarde, salimos de la terraza caminando, casi de noche ya, era el momento de la verdad, caminando les pregunté si como me habian dicho tenian libre el fin de semana dijeron que si y les dije que el sábado sería el dia los recogería para me siguieran en sus coches y estarian hasta el domingo en la tarde si se ...

... querian ir antes no habria problemas pero que lo que iban a vivir allí eran lo que ellos habian aceptado, no me iba a cortar ni nada por el estilo, si no aparecia como siempre digo, daba por finalizado todo, no habia segundas oportunidades. La edad y la experiencia te quita los nervios en estas lides, no estaba nervioso por si aparecian o no, simplemente desayuné me duché me vestí y bien temprano, fui al lugar, el aparcamiento junto a la cafeteria que habiamos estado el jueves llegué 10 minutos tarde, pero ya entrando en los aparcamientos vi a los dos juntos charlando ni bajé del coche le hice señales y me siguieron en su coches. Los nervios hicieron aparicion cuando entraron en mi casa, no tiene vestibulo nada mas entrar esta un gran salon rustico, una cocina grande y un cuarto de baño, una habitacion pequeña que la tengo mas como despacho, arriba otro cuarto de baño grande y tres dormitorios el principal con baño propio, le enseñé la casa, algo desordenada en esos momentos por propia iniciativa mía, volvimos abajo al salón con una chimenea una mesa grande con seis sillas y dos grandes sofás, ahí les dije que podriamos beber algo, sus bolsas una deportiva la otra una pequeña maleta de equipaje estaban allí, imaginé llevaban su ropa de mujer, cogí tres latas de cerveza les entregué uno a cada uno apenas eran las diez de la mañana pero ya el calor empezaba, en la parte de atras, tengo una pequeña piscina, se veia desde la gran ventana de la cocina, me la indicaron hablamos de ella, ...