Emputecida y Sumisa
Fecha: 27/05/2019,
Categorías:
Dominación
Autor: merchemaria, Fuente: RelatosEróticos
Estaba excitadisima y cada vez que me veía en el espejo que tenía delante aumentaba mis movimientos. Si me comparo con aquella mujer que era hace tan solo 4 años diría que no me reconozco. Mi sudor recorría toda la espalda y se dirigía hacia mi voluptuoso trasero, mientras tanto tenía un macho dándome por detrás, pegándose a mi trasero en cada embestida. El tipo que me follaba me gritaba que me moviera más rápido y que no había pagado a una puta tan cara como yo para hacer todo el trabajo él. Yo incrementaba el movimiento de mis caderas para darle más placer, se ve que al tipo le ponía cachondo llamarme puta, guarra, o cosas así al igual que me encantaba que me dijeran cosas sucias, mientras su polla salía y entraba hasta mi matriz. Después la sacó me dio la vuelta y me la metió por delante, mientras me tocaba las tetas y con sus dientes me jalaba los piercings que tenía en mis pezones, sin dejar de insultarme. Por último se corrió dentro del condón (las putas caras lo hacemos con él), para luego quitárselo, y decirme que si me tragaba su leche del preservativo me daba 100 Euros más de propina. Me la tragué porque necesitaba el dinero. El tipo se puso tan cachondo, que se empalmó de nuevo diciéndome que me quería follar otra vez pero ahora por el culo. Le puse otro condón, usando sólo mi boca y me la metió de un golpe por mi dilatado agujero trasero. Levanté mi cara otra vez, y me vi gritando y gimiendo con aquel animal perforandome los intestinos, empapada toda en sudor, y ...
... el maquillaje todo corrido. Al cabo de quince minutos se corrió de nuevo me bebí toda la leche del condon para luego limpiarle con gusto la polla con la boca. Estábamos en un hotel, el tipo había pagado por estar conmigo toda la noche, dijo que estaba agotado y se quedó dormido. Me encendí un cigarro y empecé a recordar lo ocurrido en estos últimos 4 años mientras me veía en el espejo. Me llamo Merche, y esta es mi historia real. Yo había sido la niña ejemplar, de clase media alta, fui a un colegio privado de religiosas, hija única y consentida. Después fui a una Universidad privada y acabé la carrera ingeniería de sistemas , haciendo finalmente un Master en Estados Unidos durante un año Académico que me abrió las puertas para trabajar en una importante empresa de informática. Mi padre además me ayudó y desde el principio empecé a ganar un buen sueldo. A mi esposo Fernando, le conocí en la universidad a los 20 años, se puede decir que era el amor de mi vida, mide 1,80 cm, pelo negro y delgado, al igual que yo es ingeniero y trabajaba en aquel entonces en una gran empresa de telecomunicaciones ganando un buen sueldo. Nos casamos cuando teníamos 26 años. Yo nunca había estado con otros hombres, y a los 10 meses de casarnos tuve una niña. Éramos la familia perfecta, pagando la hipoteca del piso, una criada, hacíamos el amor cada 15 días, los domingos íbamos a comer a casa de nuestros padres y yo compatibilizar la vida profesional con la familiar de forma ejemplar. Me levantaba a ...