1. Lun


    Fecha: 28/05/2019, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... alcóholico. Me acerqué, llené dos dedos de saliva y se los metí tan adentro como pude. Enseguida, con bastante energía le clavé la pija algunos centímetros, borracha y todo apretaba su esfínter haciéndome imposible progresar. Insulté en varios idiomas y saqué el pene tan duro como antes. Resignado apoyé la frente sobre los hombros de Luna, entonces entendí qué tenía que hacer. Sentado me desnudé completamente y fui gateando con mucho cuidado hasta sentarme al lado de la cabeza de Rosana. Ella dormía boca arriba y parecía tener una pequeña sonrisa en sus labios. Sujeté el borde superior de las cobijas y de un solo movimiento la destapé. Rosana dormía con un pijama bordó de seda. El pantalón estaba atado en la cintura con un delicado cinturón del mismo material. Estirándome lo desaté para liberar la parte inferior de la prenda. Nuevamente me moví hacia los pies de Rosana, esta vez, en un torpe movimiento le golpeé el codo, su falta de reacción me hizo comprender que esta mujer de 20 años tenía un sueño muy pesado, y que para despertarla haría falta algo más que unos sacudos en la ropa. Con esa tranquilidad, trabajé unos minutos hasta dejarla en corpiño y bombacha. ...
    ... Rosana era realmente perfecta. Buena cola, lindísimos pechos y una especie de pasillo entre sus piernas que permitiría por lo menos el ancho de una mano. Empeñado en que ese día me la chuparan, volví a sentarme allá arriba, ahí donde Rosana apoyaba la cabeza. Me senté con las piernas cruzadas como lo hacen los hindúes, alcé la cabeza de ese hermoso pedazo de carne y la apoyé sobre mis pantorrillas. Sentí la cabeza de mi pene rozar contra el pelo de Rosana y me calenté más. Con cuidado metí el dedo índice en su boca y empecé a sacarlo y meterlo. Como se sabe, los actos de la temprana infancia se hacen hábitos, por lo que dormida y todo empezó a succionar. Primero despacio, después con más y más ganas, entonces, abrió los ojos confundida. Desde abajo, mi pija le acariciaba la nuca. Aún despierta no soltaba mi dedo ni dejaba de chupar. En unos segundos entendió todo, vio mi torso desnudo y sintió algo duro moviéndose bajo su cabeza. Poco a poco giró, soltó mi dedo y lo reemplazó por algo mucho más entretenido. Me incliné hacia atrás para verla mejor. La mujer de mis sueños chupándomela justo al lado de otra mina a la que más tarde o más temprano me volvería a coger. Continuará 
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