Mi problema moral - Relatos Eróticos

Mi problema moral

... mi perdición A lo largo del pasillo los vi mirando con mucha discreción y habilidad la ventana de la habitación de mi madre! Ésta era de vidrio muy trasparente Esta ventana por lo regular está cerrada y con una cortina obscura que logra taparla por dentro imposibilitando así que alguien mire lo allí ocurre, con todo, esta vez sin saber la razón, estaba abierta y con las cortinas recorridas a un lado, y allí ellos mirando lo que se desarrollaba en su cuarto ¿qué era? ¿Qué los mantenía tan embobados? Qué les provocaba sus risas? En ese momento no supe, pero me imaginé lo peor ¿le estarán viendo las bragas a mi mami? ¿o su hermoso y redondeado culo? ¿Acaso sus pequitas alrededor de sus nalgotas?- me pregunté al mismo tiempo que esbozaba una sonrisa ¡Esos infelices… ya verán…!- Me aproxime a ellos sigiloso para sorprenderlos, PERO de forma inesperada con una sensación impresionante, una excitación tan voraz que la sentía recorrer toda la extensión de mi cuerpo como si de electricidad se tratase ,decidí hacer un poco de ruido mientras fingía que me aproximaba para asustarlos y así ocasionar que dejaran de espiarla. Lo hice y funcionó; mis pisadas las aumenté, hablé con fuerza diciendo “¡pero dónde están esos chavales!” "¿Dónde se metieron?" Cuando estaba por volver al pasillo ambos se aproximaron hacia mí ¡Oh! Pero qué sorpresa Pepe, fuimos en busca de la cocina y terminamos acá jajaja- Dijo Ramiro nervioso Sí jajaja, es que tu casa es enorme- dijo Luis Sí sí- dije como si nada- ...

... vayan con Alejandro a jugar ya que me ganó la partida Sí amigo. Acto seguido salieron corriendo En cuanto se fueron ahora fui yo el que picado por la curiosidad me aproximé a la ventana, pero mientras caminaba hacia allá un conflicto moral se presentaba en mi mente ¡Al demonio con la moral!- dije en un arranque- Llegué a la ventana y lo que vi me dejó sin habla Mi madre estaba recostada boca abajo, al parecer dormida, con la peculiar novedad de sólo mostrar su cola de infarto y su hermosos muslos desnudos y blanquitos, es decir, su cabeza y su brazos estaban tapados con una sábana, de modo que lo único que resaltaba era de su cintura para abajo; únicamente con una braga muy delgada, una que en absoluto le quedaba pequeñísima, tanto que su hermoso, abultado pero bien formado culazo le devoraba la telita sin piedad, ¡pero qué delicia de cuerpo!- pensé- ese culazo debe saber delicioso- dije- Además, inundado por un nerviosismo potente, similar creo yo al que mis amigos sintieron, con la mirada me comía sus muslos tan ricos, unos expuestos en toda su desnudez.- !Ay con mi mami!- dije con la mente nublada, ¡Para!- sentí temblar mi mente- era la moral Mientras estaba de regreso un cosquilleo extraño pero nada despreciable se manifestó; con cada paso aquella emoción se volvía más fuerte, tanto que me fascinó. ¿Pero por qué? ¿Acaso me gustaba tanto el culazo de mi madre que no mi importaba que lo miraran otros? ¿Tan corrompida estaba mi mente? Cuando regresé a la sala Alejandro estaba ...