Mi hijastra me sedujo
Fecha: 31/05/2019,
Categorías:
Confesiones
Autor: nemesis634, Fuente: CuentoRelatos
Esto que les contaré es una confesión de cómo le fui infiel a mi esposa con su propia hija, mi nombre es Roberto tengo 38 años, soy de México, soy un exitoso empresario y tengo una vida social bastante activa, entre fiestas de negocios y cocteles, y en uno de esos eventos conocí a una mujer llamada Mariana, nació en Colombia, tiene 36 años, y con un cuerpo de infarto, piel blanca y rosada, cabello negro lacio hasta la cintura, unos pechos redondos y frondosos, una cintura de avispa, unas caderas voluptuosas, unas nalgas redondas y deliciosas, y unas piernas carnosas, pero lo que me termino por conquistar fue su linda cara de ángel y su simpática forma de ser. Al yo ser un empresario exitoso y bien parecido, nunca tuve problema en llevarme mujeres bellas a la cama, de hecho en cada fiesta o coctel, siempre me iba con una mujer para hacerla mía. Pero Mariana era especial, fue la primera mujer en mucho tiempo en resistirse a mis encantos; pero no me di por vencido, después de un tiempo pude tener un noviazgo con Mariana que des encadeno en una pronta boda, la verdad ella era para mí y yo para ella, no debo recalcar que desde que empezamos el noviazgo, no perdía oportunidad de hacerle el amor como si no hubiera un mañana. Ella en alguna ocasión me comento que tuvo otra relación importante en la que había tenido una hija llamada Antonella, cuando Mariana aún tenía 15 años, así que hoy en día su hija tenía 21 años cumplidos, ella vivía en Argentina (de donde es su papá, vivía con ...
... su padre, pero últimamente recibía llamadas constantes de ella y de su ex que la alteraban mucho, después de un tiempo de casados, Antonella dijo que vendría a vivir con nosotros; noticia que no me gustó mucho ya que Mariana y yo teníamos una vida muy buena de casados y haciendo el amor en cualquier parte de la casa a la hora que quisiéramos y por supuesto la llegada de su hija significaba el fin de eso. Antonella llegó un 21 de marzo en la noche, con una actitud poco agradable, se notaba que mi esposa y ella habían estado discutiendo en el camino de regreso a casa, Antonella tenía la piel más morena, como si estuviera bronceada, y la verdad era una señorita bastante guapa, había heredado los buenos genes de su madre, con un cuerpo increíblemente hermoso, tenía un cuerpo de una mujer más desarrollada para su edad, con una cara de jovencita, su cara no se parecía a su madre, obvio eso lo saco de su papá, pero aun así era muy linda. Mariana me presentó a su hija y yo educadamente le extendí mi mano para saludarla, ella extendió su mano con una actitud pedante, como si lo hiciera por compromiso, noté rápidamente su actitud altanera, pero no quería tener un problema con mi esposa así que lo ignore y procedí a enseñarle su cuarto a Antonella, gracias a mis negocios, tenía una casa muy grande con varias habitaciones, y le di a Antonella la habitación más alejada a nuestro cuarto, ya que quería seguir teniendo sexo con mi esposa sin tener que restringirme por el ruido que pudiéramos ...