Paro nacional (III): Consumación final con el maduro
Fecha: 02/06/2019,
Categorías:
Gays
Primera Vez
Autor: hectornieto, Fuente: CuentoRelatos
Anteriormente, fui a buscar el celular en la casa del maduro donde me lo había olvidado. Al retirarme comienzan a llegarme mensajes sugestivos, las fotos de mi culo desnudo que había tomado llenos de halagos. A solo unas cuadras de allí el maduro me seguía y me busca para que vuelva a su casa, con una invitación a una nueva sesión de fotos para su mente perversa. Allí él juega con mi cola todo lo que quiere, llega a meterle lengua durante decenas de minutos. Me doy vuelta apoyado en mis codos con mi cola hacia arriba tomo su miembro y lo miro a los ojos desde mi posición hacia arriba. Abro mi boca, estoy por probar por primera vez una pija, en este caso una madura, ancha, de un largo normal tal vez unos 18 centímetros, tiene pendejos colorados y algunos son canosos. Su glande sobresale, brilla por su liquido preseminal, la previa chupando mi culo lo excitó. Mis labios hacen contacto con su glande, mi lengua toca la punta, sigo deslizándome hacia abajo, siento el sabor salado de su transparente líquido preseminal. Un olor profundo de sus genitales me embriaga, es fuerte, pero quiero seguir allí. Mi lengua serpentea por el tronco maduro y viril que tengo en mi boca. Cierro mis ojos y trato de no pensar que estoy haciendo, escucho gemidos del maduro, eso me calienta más, y quiero seguir buscando la manera de que disfrute. Llego hasta el límite de mi garganta, el roce del glande con mi campanilla me hace dar arcadas, tomo aire y sigo chupando. Me deslizo por el tronco, ahora de ...
... costado. Mi lengua va de arriba hacia abajo. No quiero dejar ninguna parte sin probar, sin que tenga mi saliva. Huelo sus huevos, mi boca los prueba, son grandes, tienen pendejos, los puedo sentir en mi lengua, no me importa. Los humedezco bien. Comienzo a besar su abdomen también con vello, mi boca succiona como queriendo dejarle marcas. Subo hasta sus pectorales ya con caída. No me detengo, sigo hasta su cuello y hago que se le erice la piel con mi lengua. Sus manos se ubican en mi cintura y mientras sigo en su cuello las desliza hasta mi cola. Sus manos cubren mis nalgas, sus dedos hacen presión. Llego hasta su boca, y lo beso, apasionadamente, mi lengua se confunde con su caliente y experimentada lengua. Mis manos se apoyan en su pecho, las de él están en mi cola, un dedo comienza a juguetear en la entrada de mi ano. Sigo besándolo, y su dedo mayor ya pudo ingresar sin problemas a mi agujero. Lo mete y lo saca con delicadeza y dedicación. Mi lengua sigue perdida jugando con la lengua de él. Casi coordinadamente decido darme vuelta y el me acompaña dejando libre el agujero donde estuvo jugando. En ese erótico giro mi cadera tiene contacte con su pija, que lentamente va pincelando con su liquido mi nalga hasta llegar a destino, la raya de mi culo. Todo su pene se asienta en esa línea que pareciera ser creada para que descanse. Su gran mano comienza a subir por mi pecho hasta mi cuello y luego a mi cara, y ese dedo que estuvo en mi culo toca mis labios. Desde atrás miro sus ...