1. La perra de todos - parte 1


    Fecha: 06/06/2019, Categorías: Transexuales Autor: adrianalucia80, Fuente: SexoSinTabues

    ... sintiendo ardor en el ano, lo tenía maltratado por tantas penetraciones violentas que recibía. Hasta el segundo orgasmo fue maravilloso aunque seguí disfrutando hasta casi tener un tercer orgasmo. El morbo y placer fueron bajando, empezaba a sentirme cansada y ardor en el ano, pues lo tenía lastimado por tantas penetraciones violentas, ya no disfrutaba del fuste penetrándome, sólo sentía ardor, ardor que era cada vez más fuerte y cuando tuve la oportunidad de decir algo, cuando me sacaron la verga de la boca para que otro me metiera la suya, dije “ya basta, déjenme descansar”, pero fue como si fueran sordos, sentí un correazo en las nalgas y la orden “trágate la verga”, así que abrí la boca y me metieron la boca hasta la garganta, ya era una violación porque era contra mi voluntad y no lo disfrutaba, estaba agotada y las penetraciones anales las sentía como si me estuvieran empalando, como si me estuvieran violando con un palo grueso y áspero, me dolía, el ardor era cada vez más fuerte, los segundos ya eran minutos y los minutos horas, mi felicidad anal se convirtió en mi tortura anal, hasta que finalmente alguien parece que alguien se compadeció y dijo “Compa, está bien deliciosa esta perrita pero dejémosla que descanse un rato, le hemos dado muy duro” pero uno de los que me estaban follando dijo, “está bien pero ...
    ... espera que termine” y los 2 se apresuraron a follarme más violentamente tratando de terminar rápido. Al que me follaba por la boca lo ayude como podía pero el que me clavaba por el culo no podía ayudarlo porque me ardía mucho, las penetraciones las sentía como dolorosas puñaladas. Por fin ciento que me inundan la boca de semen el cual, como siempre, me trago y como unos 15 segundos después siento que también el culo me lo inundan de semen y bajaba rápidamente la violencia de las penetraciones. Me sacan la verga de la boca mientras que el que me clava por el ano se queda quieto abrazándome y masajeándome las téticas deliciosamente, ya estaba tranquila, cansada y con una verga adentro que después de uno o dos minutos me la sacaron suave y lentamente. Pude entonces cambiar de posición para descansar, me quedé acostada de lado en el sillón mientras alguien me desataba las manos. Algunos se quedan junto a mí acariciándome las piernas, nalgas, mis pequeñas téticas, en fin, miré a todos lados buscando a Juan pero no lo vi y supe que se había ido porque uno de los que me rodeaban dijo “mamacita, tu marido se fue, pero no te preocupes que nosotros te acompañamos”…y yo, que estaba muy agotada no sentí miedo por quedarme sola a merced de todos estos desconocidos y me quedé dormida de lado en el sillón. Esta historia continuará… 
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