1. un bombón de chocolate blanco


    Fecha: 08/06/2019, Categorías: Gays Autor: CulitoHambriento, Fuente: SexoSinTabues

    Hola soy Nicolas. voy a empezar contandoles como soy: soy pelirrojo, tengo ojos verdes, no soy muy alto, flaco, un poco marcado. Lo más increíble paso el primer día antes de subirme al colectivo, y fue descubrir el pedazo de bombón con el que viajaba. Se llamaba Leo, Era alto, como de 1,85, pálido, rubio y con unos ojos azules como el agua del Nahuel Huapi. Ni siquiera yo me lo creía. Era muy hermoso, tenía un cuerpo de gimnasio y unos brazos blancos increíbles. El acento de porteño boludo lo hacía demasiado sexy, todas las pendejas andaban detrás de él. Una de las noches volví antes del boliche y me acompaño el, nos sentamos en una escalera, nos pusimos a charlar, era buena onda y hacia chistes, hasta que empezó a subir el tono de la conversación. Estaba sentado al lado de el y se empezó a a acercar y a joder con que tenía ganas, que ninguna chica le gustaba, que no sabía que hacer, yo solo Sonreía incómodamente hasta que me apoyó una mano en mi pierna. Me dijo que estaba interesado en otra cosa. Yo lo mire congelado por sus ojos que parecían dos glaciares. Me agarro de la mano y me llevo a su cuarto sin decir nada. Los coordinadores estaban en el boliche con el resto así que estábamos solos. Estábamos en silencio hasta que me pregunto si yo también estaba interesado en lo mismo. Lo mire y sonreí, hasta me hice el difícil y le dije que no sabía de que me estaba hablando. mire para otro lado mientras escuchaba su voz diciendo “no te hagas el boludo”… y cuando los mire tenía ...
    ... su cara frente a la mia y sus labios partiéndome los míos. Estaba desorbitado. Mantuve mis ojos abiertos mientras el me besaba y me rodeaba con sus brazos. Se dio cuenta de que yo no reaccionaba, así que se separó, sonrió y me dijo “relájate, la vamos a pasar bien…” y me empujó en su cama. En ese momento me puse más nervioso. Solo había estado con un tipo una vez y no había sido muy bonito. Se me subió y se sentó sobre mi cadera y empezó a besarme el cuello mientras se agitaba su respiración, después volvió a mis labios. Tenía un sabor dulce en su boca, empecé a disfrutarlo. El lo entendió y empezó a sonreír. Nos acariciábamos y tímidamente le saque la remera. Era blanco como la nieve, pecho y abdomen marcado y pezones rosados sin un solo pelo, exceptuando una línea amarillenta que se asomaba por su Jean. El me saco la mia. No hablábamos, solo nos recorríamos con nuestras bocas. El sabor de sus labios era exquisito y su respiración en mi cuello una llama. Presionaba sus brazos confirmando que no sea un sueño húmedo que yo estuviera teniendo, pero su mirada era real. Le desabroche el pantalón y el se lo termino de sacar. Tenía un bóxer tan blanco como el, con unos dibujos que no observe porque el bulto me llamaba mayoritariamente la atención, me saque mis pantalones y me puse sobre el, recorrí su abdomen con besos y me detuve justo antes del bóxer. Me detuve a admirar sus piernas gruesas cubiertas de vellos dorados que desaparecían es sus pies pálidos. Volví a lo interesante. ...
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