UNIVERSITARIO 9
Fecha: 11/06/2019,
Categorías:
Dominación
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... tampoco me quedaba mal, debía reconocer, y me acostumbraría fácilmente. El pecho y las axilas fue lo siguiente en depilarme. Eso también fue relativamente fácil, puesto que no era la primera vez y no me gustaba mucho tener abundante pelo en esa zona. Cuando llegamos a los huevos, el problema fue un poco mayor. Nunca me había depilado esa parte, y me sentía ridículo haciendo. Cada vez que me quitaba más pelo, me sentía más desnudo y más vulnerable. Cualquier ráfaga pequeña de viento me causaba una sensación extraña. No era algo que me gustase especialmente, pero todo fuese porque le gustase a mi dueño. Depilarme el culo fue algo más complicado, pero no imposible. Tenía un espejo que ocupaba toda la puerta de un armario, así que me tumbé boca arriba delante de él, alzé mis piernas hacia arriba y dejé todo mi agujero expuesto. Cogí la cuchilla y me preparé. En ese momento me ví en el espejo: no me reconocía. Estaba tirado en el suelo, con el culo abierto a cualquiera que entrase en la habitación en ese momento, con mis huevos completamente depilados. No me reconocía, pero me gustaba. Con un poco más de orgullo en el cuerpo, me acabé de depilar el culo. Debía admitirlo: así estaba mucho mejor, tal como correspondía estar. Afeitado, depilado, y lo mejor arreglado que pude me dirigí a casa de Pablo. A la hora ordenada ya estaba en el portal, así que toqué al timbre y oí su voz "Quien es?". Otra vez la misma historia, sólo que cada vez tenía un poco más clara mi situación y me ...
... reconocía más el morbo de responder adecuadamente "Soy su puta, señor". La puerta se abrió sin más, así que supuse haber adivinado la contraseña. Subí hasta la puerta de su casa, me quité la camiseta y empujé la puerta, puesto que estaba entornada. Ya me conocía la casa, así que entré hacia dentro, pero no encontré a nadie. Supuse que tenía que llegar hasta la habitación de Pablo y así hice. Por precaución, antes de entrar decidí dar un par de golpes en la puerta. "Pasa perra" fue la contestación que recibí, así que con tal de no contradecir su orden, abrí inmediatamente y entré. Pablo estaba tumbado, con el portátil encima. "Lo primero de todo, dame el dinero que me debes". Se refería al que me había entregado Víctor por los servicios realizados, así que le entregué los veinte euros. "Cómo se portó el capullo?" me preguntó con una sonrisa. Algo molesto le empecé a resumir, sin entrar en mucho detalle, lo que había hecho la noche anterior. A continuación, continué con lo que me había hecho pasar esa misma mañana, metiéndome los dedos en el culo en mitad de la clase. Su cara cambió inmediatamente. "Será cabron!". Me tranquilizaba saber que mi amo se preocupaba por mí. "Eso no me lo ha pagado!". Quizá no conocía a mi amo tanto como creía. Se levantó, cogió el movíl y empezó a telefonear hasta que descolgaron al otro lado. Pablo empezó a gritarle a Víctor "No sé de que coño vas, pero al menos ten la decencia de pedirme antes lo que vas a hacer con mis esclavos. " Al otro lado se oía ...