Mi hija y el MSN - Parte 3
Fecha: 13/06/2019,
Categorías:
Incesto
Masturbación
Autor: Dark knight, Fuente: CuentoRelatos
... dedo corazón en la jarra y ofreciéndome una porción que quedó en su dedo. Como se te ocurre, Cristina? Esos no son modales. No quise ensuciar las cucharas. Anda. Así es mas sabrosa. Está bien. – Dije abriendo la boca. Ella metió su dedo en mi boca y puso la mantequilla de maní en ella. Al hacer esto, deslizó el dedo por toda la extensión de mi boca mientras mi lengua lo envolvía lascivamente. Sin decir palabra, volvió a tomar otra porción de la jarra y me la volvió a ofrecer. Yo acepté de nueva cuenta. En la cuarta ocasión, ella tomó una porción demasiado generosa que no se pudo sostener en su dedo y terminó cayendo sobre su pierna derecha. Ay pa, mira lo que hiciste. Vas a tener que limpiarlo. Está bien. Déjame ir por una servilleta a la coc… No, no necesitas una servilleta, cógela con la boca para que no se desperdicie. Que cosas dices. Anda, no puedes desperdiciar la comida, siempre me lo has dicho. Está bien, déjame tomarla con mi dedo. No, con tu boca. Ese es el trato. Sabedor del juego que estaba empezando, me arrodillé frente a ella y abrí mi boca para tomar el trozo de mantequilla de maní que había caído en su pierna. Al hacer esto, ella abrió sus piernas para acercarlas mas a mí y me dí cuenta que seguía sin usar ropa interior. Ante mí se ofrecía esa vagina tan apetecible, húmeda y rodeada de vellitos ensortijados, negros como su cabello. Me quedé alelado viendo aquella visión, incapaz de moverme para que no se perdiera la magia. Te gusta lo que ves? – Me preguntó ...
... Si, la crema de maní siempre ha sido una de mis visiones favoritas. – Le dije mientras pasaba mi lengua por la extensión de su pierna para limpiar los restos. Uff, que lengua tan traviesa. – Me dijo. Yo seguía empeñado en limpiar los restos que ya había retirado de su pierna, mientras veía de reojo su chochito entreabierto, listo para ser devorado por mi. Listo. Limpia como un bebé. – Le dije mientras me incorporaba y me volvía a sentar junta a ella. Pude notar que sus pezones estaban duros a través de la delgada tela de su blusa. Mi pene estaba duro y listo para la acción. ¿Quieres mas? – Me preguntó con toda la doble intención. – Haciéndome el inocente le conteste No, ya con eso tengo suficiente. Estas seguro? – Me contestó guiñándome el ojo. Si, por ahora.- Le dije, siguiéndole el juego. – Voy a ir a revisar unos papeles y te veo en un rato. OK, no se te olvide la peli, vale? No se me olvida. – Dije levantándome para ir al estudio. Apenas llegué me conecté al ordenador y accedí a la cuenta de MSN. Como era de suponerse, Cristina estaba aún fuera de línea. La visión de su coñito peludo me seguía persiguiendo y no podía concentrarme en lo que le quería escribir cuando de pronto apareció en línea y justo después recibí su mensaje. Hola, que gusto. Hola. Ya pensaba que no te ibas a conectar hoy. Disculpa, es que estaba cenando con papá. Vi tu mensaje. Así que le mamaste la verga al vejete anoche No le digas así… Bueno, al cabroncete de tu padre, si lo prefieres. Pues sí, le di ...