Aprendiz de sumisa (2) - Relatos Eróticos

Aprendiz de sumisa (2)

... sodomizada por un dedo, jadeando, con mi boca bien abierta. -Me la habéis puesto dura otra vez.- dijo Oscar. -Fóllame amor. ¡Folla a tu hembra!- le gritó Itzel. Yo quería que me follara a mí. Correrme con su fantástica polla dentro de mi coño. La había tenido a mi disposición todo el año y no la quise. En cambio, ahora, me desesperaba por ella. -Eso voy a hacer. Y tú, Yadira, serás nuestra mamporrera. Tú meterás mi rabo en el coño de Itzel. Y verás cómo goza conmigo. Como podrías haber sido tú, si no hubieras pasado de mí. -Lo siento mucho Oscar. De verdad. He sido una estúpida. No volveré a serlo. Seré tuya. Cuando quieras. Para lo que quieras. ¡Fóllame!- le supliqué, con mi culo dolorido, siendo penetrado por su dedo. -Ahora lo que quiero, es que vengas aquí.- me dijo. Me puse en cuatro y como no sacaba su dedo de mí, caminé hacia delante, notando como salía de mi culo según me alejaba. Cuando salió, me di la vuelta y me puse enfrente de él y del culo de Itzel, que seguía con su dedo dentro. -Chúpamela zorra. Prepárala para metérsela a Itzel.- me dijo. A pesar de que era para follarse a otra, se la chupé con ansias. Me encantaba su sabor. Me relamía cada vez que Oscar me la sacaba de la boca, esperando que volviera a metérmela. Lo hizo unas tres o cuatro veces y en la última, me dio unos pollazos en mi cara y me dijo: -Ahora el coñito de ella. Prepáralo para mi rabo. Inmediatamente fui hacia él. Como Oscar seguía con su dedo en el culo de mi Ama. No era fácil comérselo a ...

... cuatro patas. Pero mi Ama supo solucionarlo. -Túmbate dejado de mí. Mete tu sucia cara entre mis piernas y cómemelo. Así tendrás un primer plano, cuando tu querido amigo, me la meta. Como un resorte, hice lo que me pidió. Quedando tumbada en el frio suelo, bocarriba. Con su coño en mi cara y el mío muy cerca de la suya. Empecé a pasar mi lengua por su rajita, mientras Oscar seguía jugando con su culo. Ella disfrutaba de su macho y de su puta a la vez. Y yo ni tan siquiera era tocada por ninguno. -Vamos Yadira, agárrame la polla. Y métesela a Itzel en su bonito coño.- me dijo Oscar. Sacando la mano agarré su duro rabo y lo puse en la entrada de Itzel. Me sentía una cornuda. Sentía como mía esa polla. Pero no era así, lo había sido durante mucho tiempo. Pero ahora era de mi Ama. Como yo, para su disfrute. Con mi cara debajo de su coño, pude ver en detalle, como iba entrando el pene de Oscar y como se abría el coño de Itzel a su paso. Cuando estuvo casi toda dentro, no tenía que agarrar con mi mano, por lo que la volví a dejar en el suelo, habiendo deseado llevarla a mi coño, para al menos, poder masturbarme con la visión que tenía a unos centímetros. Oscar empezó a follarse a mi Ama, con mi cara debajo. Ella jadeaba como una loca. Su coño estaba inundado de sus jugos, que escurrían directos a mi cara. Yo deseaba tocarme y cuando Itzel abrió mis piernas con sus manos, pensé que iba a hacerlo. Pero no, lo que hizo fue darme golpes con la palma de su mano, justo en mi hinchado coño. ...