Aprendiz de sumisa (2)
Fecha: 13/06/2019,
Categorías:
Dominación
Fantasías Eróticas
Autor: GatitaY, Fuente: CuentoRelatos
... llena, con la polla en mi coño y el dedo estático de Itzel en mi culo. Yo por mi parte, apenas movía el que tenía en el suyo, solo los movimientos que balanceaban mi cuerpo por las salvajes embestidas de Oscar. -¡Me voy a correr! ¡Si, sigue! ¡Reviéntame!- gritaba yo. -Como te corras sin permiso, te arrepentirás puta.- me amenazó Itzel. Sabía que tenía que obedecer. Pero no podía aguantar más. Y finalmente cedí a mi cuerpo y me corrí como la puta que era. Oscar siguió bombeando dentro de mí, hasta que dejé de retorcerme de gusto y quedé tirada, con mi cara y mis tetas en el frio suelo. Me la clavó una última vez, bien fuerte y profundo, para después sacarla y volver a mi Ama. Dejándome allí tirada, todavía recuperándome del orgasmo. Desde mi posición, escuché como Itzel gemía con la follada que le estaba dando Oscar. Y allí tirada como un trapo, la vi correrse, como yo, con la magnífica polla de Oscar y acto seguido, le escuche a él hacer lo mismo, dentro del coño de mi Ama. En poco tiempo estábamos las dos tiradas en el suelo. Otra vez, como dos putas, habiendo sido reventadas por un macho, mi Oscar. Estuvimos como 5 minutos allí tiradas, sin saber que hacia Oscar a nuestras espaldas. Ambas teníamos el dedo en el culo de la otra, inerte. Pero sin sacarlo. Itzel me miró, sus ojos brillaban. Me sonrió y acto seguido me beso en la boca. Nos besamos como dos enamoradas, durante un buen rato, moviendo suavemente nuestros dedos que teníamos la una en la otra. Disfruté de aquel ...
... momento, casi romántico, hasta que se separó de mí y me dijo: -¿No quieres más leche de mi hombre? -Si mi Ama, me encantaría.- le dije, sin pensar que tenía ella en mente. Itzel se levantó costosamente del suelo y la vi dirigirse hacia los retretes. Entró dentro de uno de ellos y me dijo: -Ven gatita, que te voy a dar tu leche. Como pude, con mis piernas dormidas y mis agujeros doloridos, me puse a cuatro patas y me dirigí hacia mi Ama. La encontré sentada en el wáter, con las piernas abiertas. Mi vista se clavó en su coño abierto, del que empezaba a brotar la corrida de Oscar. -Vamos Yadira, bébete toda la leche de mi macho.- me dijo ella, pasando sus dedos por su rajita. Itzel llevó sus dedos a su boca y probó lo que salía de su coño. Yo inconscientemente, me relamí los labios. Aunque fuera una humillación para mí, lamerle el coño a mí Ama, para saborear el semen de Oscar. Estaba deseando hacerlo. Itzel terminó de limpiar sus dedos en su boca y después utilizó sus manos para abrir su rajita, dejándola lista para mi lengua. Metí mi cara entre sus piernas y la taza y empecé a lamer aquella deliciosa mezcla. Pasaba mi lengua como una gata bebiendo agua. Quería dejar seco aquel coño del que no paraban de brotar líquidos, unos suyos y otros del macho que la había follado hacia unos minutos. Me empeñé en hacerlo bien y cuando noté que no salía por sí solo, metí mi lengua tan profundamente como podía. No dejé milímetro de ese agujero sin limpiar. Escuchaba jadear suavemente a mi Ama, ...