Aprendiz de sumisa (2)
Fecha: 13/06/2019,
Categorías:
Dominación
Fantasías Eróticas
Autor: GatitaY, Fuente: CuentoRelatos
... cuerpo de puta que tantos han usado en la universidad. Y que a mí me has prohibido- dijo Oscar, con un claro resentimiento hacia mí. Como me había ordenado, pero sin atreverme a mirarle. Me puse de pie, dejando mi desnudez más patente, si cabe. Ellos me miraban, cogidos por la cintura. Estúpidamente, llevé mis manos a mi sexo intentando ocultárselo. -No te tapes zorra. Muéstrale tu coño a mi Oscar, el mismo que tantos otros han visto y usado por aquí.- me dijo mi Ama. Humillada por sus palabras, que para nada eran mentira, puse mis manos a los lados de mis muslos, dejando así, mi chochito depilado, a la vista. -Ábretelo bien, que lo vea. Que vea lo que tantas pollas se ha tragado.- me recriminó Itzel. Nuevamente, sintiéndome un trozo de carne. Tuve que obedecer. Separando mis piernas y abriéndome con mis dedos, mi húmedo coñito. Dejando bien expuesto, el como decía mi Ama, agujero que tantas pollas de mis compañeros había tenido dentro. Oscar soltó a Itzel y se agachó entre mis piernas para observar de cerca lo que yo le ofrecía. -Es bonito, aunque parece bastante usado.- dijo él, metiendo un dedo en mi coño, sin cortarse. -Eso es porque no lo has comparado con el mío, mi amor.- dijo Itzel, llevando sus manos a sus leggins, para bajarlos. Pero Oscar la interrumpió. -Espera, preciosa. Que sea la perra quien te desnude para mí.- dijo él, mientras seguía con su dedo, sin moverlo, dentro de mi agujero. -Buena idea. Ya le has oído Yadira. Desnúdame, lentamente y con deleite, ...
... para mi hombre.- dijo Itzel. Oscar sacó su dedo de mí, para que pudiera cumplir con mi orden. De nuevo, tuve que arrodillarme a los pies de mi Ama, para bajarle, despacito, como me había pedido, sus ajustadísimos leggins de cuero. Dejando a la vista un bonito tanga negro, también muy ajustado, pues se le marcaban los labios de su precioso coño. Después de quedarme embobada unos segundos, terminé de quitar los leggins, doblándolos y dejándolos sobre el lavabo, como sabía que a mi Ama le gustaba que tratase su ropa. Después, continué con su tanga, bajándolo despacio por sus perfectas piernas, dejando su sexo a unos centímetros de mi cara. Se lo saqué pero antes de que pudiera dejarlo junto a los pantalones. Oscar me dijo: -Trae puta. Le di el tanga, que él llevó a su nariz, olfateándolo como un pervertido. -Huele a diosa. Lo que tú eres Itzel.- dijo Oscar. -Mira huele Yadira. Huele el aroma de una mujer de verdad.- me dijo, pegándome el tanga de Itzel a mi cara. Obedecí y olfatee el tanga de mi Ama. Era cierto que olía a hembra. Yo no era la única que tenía el coño empapado por lo visto. Después de tenerlo un rato en mi nariz, lo hizo una bola y como si adivinara sus pensamientos, sumisamente abrí mi boca. -Mírala que guarra. Está deseando que le meta tu tanga en la boca.- dijo Oscar, riéndose. -Ya te dije que es una cerda. Ya le da igual pollas que coños. Hace un rato la pille follándose a su amiguita Daniela, con unos pepinos.- dijo Itzel, humillándome todavía más. -¡Jajajaja! ...